Viví desde cumplí mi primer año de vida hasta las 24 años en un departamento de mis padres en el barrio porteño de Almagro, sobre el cual se encuentra una terraza común del edificio.
En este espacio donde hay tenderos para el secado de ropa y sábanas pasé tardes y noches de mi infancia y adolescencia, algunas veces para patear una pelota que indefectiblemente se perdía en un patio vecino, otras como refugio para lecturas tranquilas u observar el cielo estrellado una noche sin luna.
El 9 de junio de 2017 subí a esa terraza para fotografiar nubes pintadas por el atardecer de ese día otoñal en Buenos Aires.
Las fotos fueron tomadas con un teléfono móvil Huawei Mate 9 y editadas en Photoshop.