«Tarkovski para mí es el más grande, él fue quien inventó un nuevo lenguaje, fiel a la verdadera naturaleza del cine, así capta la vida como un reflejo, la vida como un sueño».
Ingmar Bergman, en su libro «Linterna mágica».
Gracias a esta afirmación del genial cineasta sueco, el preferido de mis padres, descubrí a principios de la década del 80 al director ruso Andrei Tarkovski. Desde ese tiempo he visto decenas de veces cuatro de sus siete películas, y nunca me cansaré de maravillarme y admirar la creación de este artista.
Entre el 13 de marzo y el 24 de abril tendremos en Buenos Aires la oportunidad de gozar de su arte inmenso en el denominado «Festival Tarkovski», que incluirá exposiciones, un concierto, una charla con el hijo de este cineasta, un curso, y un ciclo de cine por toda su obra fílmica.
En su libro «Esculpir el tiempo», Tarkovski escribió:
«A través del arte, el ser humano se erige sobre la realidad a través de la experiencia subjetiva… Un descubrimiento artístico ocurre cada vez como una nueva y única imagen del mundo, un jeroglífico de verdad absoluta. Aparece como una revelación, como un deseo momentáneo y apasionado de asir intuitivamente y palpar todas las leyes del mundo –su belleza y su fealdad, su compasión y su crueldad, su infinitud y sus límites… A través de la imagen se sostiene una conciencia del infinito: lo eterno dentro de lo finito, lo espiritual dentro de lo material, lo ilimitado toma forma.»
Tarkovsi es una de las figuras ineludibles de la historia del cine. Fue un artista comprometido con la causa, y toda su filmografía goza de una perfecta coherencia artística.
Con solo 7 películas, la estética de sus trabajos cambió la historia del séptimo arte.
A pesar que su filmografía es muy distinta entre sí, en todas sus películas subyace una misma línea estética filosófica, y siempre son las mismas preocupaciones plasmadas por el director: el destino de la humanidad y la relación del hombre con lo divino y el problema de lo sagrado y la relación entre el hombre y la creación artística.
Nacido en Zavrazhie, un pueblo ruso cercano al río Volga, el 4 de abril de 1932, y fallecido en París, Francia el 29 de diciembre de 1986, víctima de un cáncer de pulmón, a los 54 años, mientras estaba en el exilio, Tarkovski representa mejor que nadie el compromiso artístico, nunca dio el brazo a torcer frente a las injusticias y persecuciones e intentos de censura que sufrió por parte del estado soviético.
Siempre fue fiel a sus principios, hasta el último momento de su vida, y eso se puede ver en todas sus películas.
Fue íntimo, controvertido, visionario pero también, te lo advierto, largo y difícil, complicado o inasible.
También fue un creador con un estilo magistral para fusionar realidad y sueño, con profundidad espacial, haciendo foco en la alternancia del color con el blanco y el negro o los sepias para mostrar diferentes niveles de la realidad.
Enriqueció la cultura universal con una narrativa original e innovadora e imágenes de profunda belleza y poesía.
De todas estas maneras descriptas en las oraciones anteriores se ha leído y calificado el cine de Tarkovski.
Se mostraba interesado en el ser humano y en su búsqueda de respuestas, en la decadencia de la verdadera espiritualidad en la sociedad moderna y la incapacidad de la humanidad para responder y estar a la altura de las demandas de la tecnología, con un rol cada vez más presente y predominante en la vida humana.
Si vas a ver la retrospectiva, te sugiero prestar atención a las constantes presentes en su narrativa fílmica como los elementos naturales (agua, fuego, tierra y viento) y ambientes industriales o inhóspitos por oposición; los sueños; Dios y el mundo espiritual; el mundo del arte en todas sus formas, no como parte de la belleza del mundo sino como evocador de una belleza que está más allá de él; Rusia, lo ruso, su gente, su cultura, su historia, su forma de ser.
El homenaje al cineasta contará con una muestra de 80 fotografías tomadas con Polaroid que se exhibirán en la Casa Nacional del Bicentenario, desde el 13 de marzo a las 18.30.
Además, Andrei Tarkovski (hijo) dará una clase maestra el 14 de marzo, a las 18.00, en la Casa Nacional del Bicentenario.También se proyectará la retrospectiva completa de sus películas en la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes, entre otras actividades.
Polaroids
«Luz instantánea» es una exposición que reúne ochenta polaroids realizadas por Tarkovski durante dos momentos decisivos de su carrera artística y su camino existencial: el último período de su vida en Rusia y el primer viaje por Italia, durante su exilio.
La muestra se destaca porque será la primera vez en la Argentina que se exhibirán estas conmovedoras imágenes que revelan el mundo cotidiano de sus afectos, ese mundo vívido y vibrante presente en sus extraordinarias representaciones cinematográficas.
Se podrá ver en Riobamba 985, Buenos Aires, desde el 13 de marzo a las 18.30 y hasta el 24 de abril, de martes a domingo y feriados de 13.00 a 21.00 con entrada libre y gratuita.
Ciclo de cine
Esta retrospectiva se proyectará del 16 de marzo al 15 de abril en el cine del Bellas Artes, avenida Figueroa Alcorta 2280, Buenos Aires, con entrada gratuita, bajo la coordinación de Leonardo D’ Espósito, crítico de cine, y presentaciones de Diego Lerman, Andrés Di Tella, Edgardo Cozarinsky, Anahí Berneri y Celina Murga, de la Asociación de Directores de Cine PCI.
El siguiente video es una buena introducción si nunca viste una película de Tarkovski:
La siguiente lista conforma el ciclo del cine como parte del festival:
El espejo
1975. 107’. Suerte de autobiografía libre -también biografía de su propia familia- que va y viene en el tiempo a la manera de un fluir de conciencia, siempre una búsqueda de la belleza. Era la película preferida de Tarkovski. Siempre me conmovió la poesía de esta maravilla.
16 y 23 de marzo a las 19.00, 31 de marzo a las 17.00, 7 y 14 de abril a las 17.00.
Nostalghia
1983. 125’. Un escritor ruso recorre Italia buscando datos sobre un músico, compatriota, que se ha suicidado. Pero el film excede la anécdota para hablar de la relación entre tiempo y experiencia.
17 de marzo a las 19.00.
https://www.youtube.com/watch?v=9esIuBAobAU
La aplanadora y el violín
1961. 46’. Un ferroviario ve cómo un grupo de niños acosa a uno de siete años que trata de tocar el violín. Un cuento breve y perfecto, ejercicio temprano del autor.
17 de marzo a las 21.00.
Andrei Rubliov
1966. 205’. La vida del célebre pintor de íconos durante el siglo XV en siete episodios. Un film violento y poético; una fábula -religiosa, también- sobre el sentido del arte y la vocación. En mi opinión, es la obra cumbre de Tarkovski, filmada toda en blanco y negro salvo el final donde aparece el color para mostrar la obra de Rubliov.
18 de marzo a las 19.00, 1 y 5 de abril a las 18.00.
https://www.youtube.com/watch?v=YhRsrKpcIdY
La infancia de Iván
1962. 95’. Durante la Segunda Guerra Mundial, un niño cuya familia fue asesinada por los alemanes ayuda al Ejército Rojo contra el invasor en misiones peligrosas.
23 de marzo a las 21.00. 31 de marzo a las 19.00. 7 y 14 de abril a las 19.00.
https://www.youtube.com/watch?v=p5VIoKSGs44
Solaris
1972. 165’. Respuesta soviética a «2001: Odisea del espacio», que adapta una novela de Stanislav Lem sobre un raro planeta que desata deseos reprimidos. Una reflexión sobre la felicidad. Fue la película que Tarkovski reconoció que era la que menos prefería de su obra, aunque es su film más famoso, y del cual George Clooney protagonizó una «remake» en 2002 dirigida por Steven Soderbergh .
24 de marzo a las 19.00. 8 de abril a las 18.00.
Stalker
1979. 164’. Sobre la novela de los hermanos Strugatsky. En una “zona” afectada por un raro hecho extraterrestre se dice que quienes se aventuren verán deseos realizados. Gran ironía poética del realizador. No te exagero si me la conozco de memoria luego de verla casi una decena de veces.
30 de marzo a las 19.00. 6 de abril a las 19.00.
https://www.youtube.com/watch?v=X2pMfbJZ-_w
https://www.youtube.com/watch?v=P90C9is6z2w
El sacrificio
1986. 149’. El mundo llega a su fin mientras un hombre cumple años. Hace un pedido, una promesa: despojarse de todo, sacrificar todo, para salvar al mundo. Un film libre sobre lo espiritual. La obra póstuma de Tarkovski y mi preferida.
Después de su film «El espejo», Tarkovski anunció que se dedicaría por completo a seguir las premisas dramáticas de Aristóteles: concentrar la totalidad de una historia en un solo lugar, en un único día solar, desde que el sol sale hasta que vuelve a hacerlo, en algún momento del tiempo. «Sacrificio» es considerada por muchos el perfecto reflejo de su legendaria teoría cinematográfica.
25 de marzo a las 19.00 13 de abril a las 18.00.
https://www.youtube.com/watch?v=GfQeEgeltlw
Más información sobre el festival aquí.