Colores rojizos que distinguen a la primavera y del otoño se infiltraron en el invierno en la ciudad de Olivos, en el norte del Gran Buenos Aires, dándole calor pictórico a la estación más fría del año.
Fotografié con una cámara Sony A6500 estos bellos injertos de la naturalez en medio del gris invernal, durante la tarde fría y soleada del 30 de julio de 2018.