Skip to main content

El mayor espacio abierto del barrio porteño de Colegiales es una playa de vías para trenes de cargas de unas 7 hectáreas, un territorio donde rieles, vagones y galpones esperan su desalojo para dejar paso a un parque y edificios en este predio, subastado por el Estado.

La playa genera una especie de pulmón en este barrio de Buenos Aires, plagado de edificios hacia el este, y de casas y algunas torres hacia el oeste.

Este lugar vivió sus mejores tiempos ferroviarios cuando funcionaba con otra playa, mucho más grande, que se extendía al sur, entre las avenidas Lacroze, Dorrego y Alvarez Thomas y la vía principal del ferrocarril Mitre.

La playa de cargas de Colegiales fungió en los últimos años como un depósito de trenes eléctricos de pasajeros del Mitre y de vagones de la empresa Nuevo Central Argentino.

En diciembre de 2018 comenzó la última etapa de la vida de esta playa, con la autorización del Gobierno nacional al Ministerio de Transporte para clausurar en forma definitiva y proceder al levantamiento de las vías y demás instalaciones ferroviarias ubicadas en eeste sector, delimitado por Lacroze, Crámer, Virrey Avilés y Moldes.

Según el decreto 1136/2018, los rieles, aparatos de vías y el resto de los bienes que componen la infraestructura ferroviaria que se proyecta remover del sector, quedarán en poder de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado.

En febrero de 2019, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) subastó un lote en Vidal y la proyección de la calle Virrey Olaguer y Feliú, que forma parte de esta playa.

El comprador –y único oferente en el remate– fue el fideicomiso Emfisa, que pagó 5,6 millones de dólares, el precio base de la puja.

Se trata del más chico de los tres lotes de la playa de cargas que la AABE tenía previsto vender.

Para los otros dos, situados en la misma manzana, no hubo interesados.

A fines de 2017, la Legislatura porteña había aprobado el cambio de zonificación de los terrenos para habilitar desarrollos inmobiliarios en el 35% de la superficie desafectada del uso ferroviario. El 65% restante había quedado reservada para espacios públicos.

Para el desarrollo de la zona se realizó un concurso de ideas auspiciado por la Sociedad Central de Arquitectos.

El proyecto ganador fue realizado por los arquitectos Oliverio Najmias y Marcelo D’Andrea y prevé la construcción de edificios en torre con un altura máxima de 29 metros.

El plan maestro contempló ampliar al 78% del total la superficie destinada a espacios públicos.

Con la venta de los terrenos ferroviarios de Colegiales, la AABE prevé recaudar cerca de 41 millones de dólares.

El dinero se usará para financiar las obras de los viaductos de los ferrocarriles Mitre y San Martin.

Una disgresión personal

En 1987 comencé a frecuentar esta zona por temas personales (bah, un eufemismo para no decirte que Cristina, mi entonces novia y luego esposa, vivía en un departamento cerca de esta playa ferroviaria…).

En 1989 nos mudamos a un edificio a pocos metros de la estación Belgrano R, que se encuentra a pocas cuadras de estas vías de Colegiales.

Aunque en 1996 dejamos la zona y nos mudamos al norte del Gran Buenos Aires, paso muy seguido por este lugar a bordo del tren Mitre o cuando me invita a su su cumpleaños mi amiga y colega Irina Sternik, quien vive a pocos metros de la estación Colegiales.

La playa está atravesada por un puente peatonal a la altura de la calle Zabala, muy utilizado por los vecinos porque permite ahorrar muchos metros de caminata, sin necesidad de rodear las vías.

El puente estuvo pintado durante algunos años con un rojo anaranjado, similar al puente Golden Gate de la ciudad californiana de San Francisco, como te conté en esta nota.

Como verás más adelante en esta nota, hoy luce otros colores.
Cuando me enteré de la subasta, fui el 1 de marzo de 2019 con un teléfono móvil Motorola Moto G7 plus para tomar las siguientes imágenes de la playa antes de su desguace.

Las siguientes tomas fueron hechas desde la calle Crámer.

A continuación, el puente desde Crámer y Moldes y algunos detalles de este paso:

La playa hacia el sur, con vagones de pasajeros del Mitre en estado de abandono.

La playa hacia el norte.

¿Qué será de la vida del perro que habita esta cucha, ubicada debajo del extremo este del puente peatonal, luego del desguace?

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: