Los usuarios están 100% conectados y las empresas también pueden (y deben) estarlo. En un mundo hiperconectado, los negocios se trasladan más allá del perímetro de la oficina y el horario laboral.
Para atender las demandas de usuarios cada vez más exigentes, es importante que las empresas tengan las herramientas suficientes para garantizar la continuidad del negocio.
Los nuevos servicios digitales llegaron para disrumpir los mercados de comercio minorista, entretenimiento, transporte y hotelería, entre tantos otros.
Sin embargo, su alcance no queda delimitado al impacto que tienen en sus mercados específicos, sino que se puede trasladar hacia cualquier otro segmento de mercado.
La forma de relacionarse con el cliente que impusieron las compañías digitales impactó más allá de sus mercados.
Los consumidores se acostumbraron a empresas que le pueden dar respuesta inmediata, con un servicio autogestionado y 24×7.
La movilidad y la conectividad se volvieron palabras fundamentales en cualquier estrategia de negocio.
En la Argentina hay un 64,5 por ciento de los hogares con acceso a Internet, según los datos del segundo trimestre de 2019 del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). En tanto, existen 57,5 millones de líneas de telefonía móvil.
Las cifras muestran que el país tiene un gran porcentaje de usuarios conectados, que consumen y compran servicios a través de Internet.
Estos usuarios están acostumbrados a lidiar con compañías que les ofrecen una experiencia 100 por ciento digital y trasladan esta demanda hacía compañías que no nacieron digitales.
En este contexto, quedar «offline» es más costoso que nunca. Según cifras de IDC, el costo promedio de una caída en una aplicación no programada se encuentra entre 1.250 millones y 2.500 millones de dólares anuales.
El costo por tener una infraestructura fuera de servicio es de aproximadamente 100.000 dólares la hora.
En el caso de aplicaciones, el perjuicio es entre 500.000 a un millón de dólares por hora.
Las compañías deben asegurarse de poder mantener el negocio siempre activo y online, incluso cuando surjan imprevistos.
Los estándares han cambiado y la vara está cada vez más alta. Por eso, es importante que las empresas puedan tener las herramientas a su alcance para garantizar la continuidad del negocio.
Por qué es importante planear
Ninguna compañía está exenta de sufrir una situación que ponga en juego su negocio.
Los servidores pueden fallar, los desastres naturales o los accidentes pueden dañar infraestructura de centros de datos y la conectividad puede sufrir una interrupción, entre otros riesgos a los que están expuestas las organizaciones.
En cualquiera de estos casos, las empresas deben tener planes para hacerle frente al desastre y poder garantizar la continuidad del negocio.
El primer paso es contar con un plan de recuperación ante desastres (DRP, por sus siglas en inglés). Se trata de un proceso que permitirá poder recuperar los datos, el software y el hardware luego de una pérdida inesperada, ya sea por falla humana o por causas externas.
Como segundo paso, se debe diseñar un plan de continuidad del negocio (BCP, por sus siglas en inglés), que implica un plan logístico para que la organización pueda recuperar y restaurar sus funciones críticas de luego de una interrupción no deseada.
El BCP es más amplio que el plan de recuperación ante desastres e implica cómo responder a contingencias en temas de procesos de negocio, activos, recursos humanos e incluso socios de negocio, es decir, todas las áreas de la empresa que puedan estar afectadas.
Además de tener un plan de recuperación ante desastres, IBM señala otros dos aspectos a tener en cuenta en un plan de continuidad de negocio para aplicaciones y procesos claves:
- Alta disponibilidad: proveer la capacidad y procesos para que el negocio pueda tener acceso a aplicaciones a pesar de fallas locales.
- Operación continua: garantizar la habilidad de mantener las cosas corriendo durante una disrupción o apagones programados.
La norma ISO 22.301 puede servir como una guía para un BCP efectivo.
Proporciona una base de entendimiento, desarrollo e implantación de continuidad de negocio dentro de la organización.
Se usa para asegurar a las partes interesadas clave que su empresa está totalmente preparada y que puede cumplir con los requisitos internos, regulatorios y del cliente.
Juntos, el plan de recuperación ante desastres y el plan de continuidad del negocio permiten a las compañías responder ante imprevistos y poder garantizar a los usuarios una experiencia sin fisuras.
Herramientas para garantizar la continuidad del negocio
Persisten Market Research (PMR) estima que el mercado global de soluciones de planeación de continuidad del negocio tendrá un valor de 400 millones de dólares para el final de 2019.
Crecerá a un ritmo compuesto anual del 13 por ciento hasta 2029, cuando alcanzará un valor de 1.900 billones de dólares.
Las herramientas principales que tienen las empresas para resguardarse de imprevistos van desde servicios de «backup» que permiten sincronizar copias de seguridad en todos los sistemas (y así evitar posibles pérdidas de datos) hasta redundancia en los centros de datos, con el objetivo de poder mantener los servicios en funcionamiento ante una eventual caída de esta infraestructura.
Sin embargo, para que una estrategia de continuidad del negocio sea efectiva, debe ser holística y tener en cuenta los siguientes puntos:
- Software de continuidad del negocio y recuperación ante desastres.
- Centros de datos y comunicación.
- Gobernanza y cumplimiento.
- Administración de riesgos.
El mercado de soluciones para la continuidad del negocio será la de mayor crecimiento en los próximos años por la necesidad que tienen las empresas de proteger los datos críticos ante los distintos riesgos a los que están expuestos.
Este crecimiento contempla tanto los servicios administrados —servicios profesionales de consultoría, implementación, integración y entrenamiento— como las soluciones de software y hardware necesarias.
Cómo mantener la alta disponibilidad y calidad de acceso a Internet
Entre los riesgos para la continuidad del negocio están posibles cortes o deficiencias en la conexión a la red.
Cada vez más, las compañías dependen de estar conectadas a la red para su negocio, haciendo de esta infraestructura un componente crítico para la operación diaria.
Las compañías deben asegurarse que su red sea robusta y de calidad pero, también, ocuparse de que, ante un eventual problema, puedan responder rápidamente para no quedar offline.
Las herramientas que garanticen alta disponibilidad de internet van a ser claves para garantizar la continuidad de los negocios, por ejemplo, complementando los accesos de Internet fijos con accesos de Internet móvil.
Las herramientas que garanticen alta disponibilidad de internet van a ser claves para garantizar la continuidad de los negocios, por ejemplo, complementando los accesos de Internet fijos con accesos de Internet móvil.
Esto proporciona un servicio de respaldo o back up que cambia automáticamente a 4G en caso de que la empresa pierda su conexión de banda ancha fija.
Así, se logra evitar los impactos económicos que resultan de los “tiempos de inactividad” de internet fija.
En conclusión, la continuidad del negocio se garantiza con herramientas tecnológicas que protejan la infraestructura, los datos y sus aplicaciones pero, también, con un compromiso de la dirección para la creación de un plan de recuperación que permita mantener la compañía funcionando luego de haber sufrido una falla, ataque o accidente.
Con la combinación entre un plan de recuperación y continuidad del negocio, una red robusta y un sistema de respaldo de datos y servicios gestionados, las empresas tienen en sus manos la capacidad de mantenerse activas incluso en las peores situaciones.
Fernando Ruffo
Gerente de producto de FiberCorp / Telecom.