En la esquina de Lavalle y Riobamba, en la manzana donde se encuentra la Iglesia del Salvador, uno de los templos más antiguos de Buenos Aires, trabajan unas 300 personas, el 60% de ellas para el exterior de la Argentina, una actividad que la devaluación del peso augura nuevos tiempos.
Se trata de la oficina local de Avaya, uno de los principales proveedores globales de herramientas que permiten a clientes y grupos interactuar a través de múltiples canales y dispositivos a fin de optimizar las experiencias del cliente, aumentar la productividad y mejorar el rendimiento financiero.
Sus tecnologías y servicios de comunicaciones unificadas y de centro de contacto de clase mundial están disponibles en diferentes opciones de implementación.
En una conferencia de prensa en sus oficinas porteñas, en la que participé, los principales voceros regionales y locales explicaron las transformaciones en el negocio de esta compañía, a partir der la devaluación del peso y de la transformación digital.
Daniel Sacks, manager de la empresa para el Cono Sur, dijo que gracias al nuevo panorama económico «vamos a crecer desde acá, en manejo de proyectos y ‘software factory'».
Gastón Tenoira, director técnico de la compañía, precisó que desde Buenos Aires «se hace mucho software ‘customizado'», una actividad que crecerá gracias a la «relación muy buena» entre los costos y las habilidades de los empleados argentinos.
«En proporción la Argentina tiene más personas capacitadas en tecnología que el promedio de América latina», resaltó Sacks.
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