«En lo que respecta a la industria del conocimiento hay una oportunidad enorme. Más de 5.000 puestos quedan vacantes al año y tenemos talento altamente calificado. Con políticas que contribuyan a potenciarlo, este sector (del software) podría convertirse en el tercer exportador del país».
El vaticinio fue expresado por Adrián Jerbic, director gerente de la empresa de software gA para la Argentina y la región sur y andina.
En una entrevista que le realicé, Jerbic analizó los impactos de la pandemia del coronavirus y las medidas de confinamiento social para evitar su propagación, en el sector del software y los servicios informáticos.
«La industria del software pudo adaptarse rápidamente al escenario», dijo Jerbic.
«En muchos casos, la dificultad estuvo en que otras industrias vieron impactadas sus operaciones teniendo que frenar algunos servicios, desacelerando sus inversiones en IT (tecnologías de la información) e incluso teniendo problemas para efectuar pagos», apuntó.
Acerca del sector del software argentino, para Jerbic «resultaron más impactadas las empresas que trabajan para el mercado interno, mientras que las que exportan están mejor posicionadas».
En el caso de gA, su «estrategia está ligada a la exportación de servicios y con foco en clientes de ‘lifesciences’ y logística, exportando el 90% de los servicios que se brindan desde la Argentina», explicó.
Por este motivo tienen previsto «incluso contar con un crecimiento».
Por ejemplo, cerraron «tres contratos con empresas del exterior y todo se hizo en forma virtual. Esto nos permitió dar–dijo Jerbic– un incremento salarial promedio del 21% en la Argentina».
Situaciones dispares en el software argentino
Sin embargo, esta no es la realidad de toda la industria.
Según un relevamiento elaborado por el Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos (OPSSI), citado por este director, sólo el 12% de las empresas del sector no se vieron impactadas por la crisis.
«Muchas compañías que no habían comenzado su transformación digital o lo habían hecho muy tímidamente se encontraron con que estaban poco preparadas», apuntó.
«Sus cadenas de valor no estaban sólidas y sus cadenas de abastecimiento se habían roto, no pudiendo abastecer la creciente demanda -en algunos rubros-, a través de canales digitales», advirtió.
Puedes leer la entrevista completa que publiqué en iProfesional aquí.