De acuerdo con la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la facturación durante los primeros seis meses del año 2021 representa un incremento del 101% respecto al mismo período en 2020.
Sin embargo, el perfil de los consumidores cambió y una de las principales características actuales es que son «omnicanales». Para ellos, no existen barreras ni diferencias entre la tienda física y la virtual, se relacionan con la marca a través de un medio u otro, con jornadas de compra variadas.
Napse, una empresa que ofrece herramientas informáticas omnicanal para acompañar a la industria del retail en la transformación digital, identificó que, aunque parece un concepto ajeno, la omnicanalidad cambia nuestra forma de relacionarnos con las compras.
Antonio Rivero, director comercial de Napse, y Martín Malievac, director de investigación y desarrollo de esta compañía, me explicaron esta transformación en el comercio electrónico y cómo deben encarar las empresas a estos nuevos consumidores.
Para Malievac, «se está sosteniendo una tendencia que comenzó el año pasado, muchas personas que no acostumbraban a comprar online hoy ya toman el ecommerce como un hábito. El delivery sigue cobrando fuerza, si bien comenzó con la pandemia hoy se convirtió en una costumbre de los consumidores. También vemos que hay una mayor confianza en los medios de pago digitales sobre el efectivo».
En lo que respecta a desafíos, a nivel infraestructura, Rivero señaló: «Aún tenemos mucho por avanzar en la región. Todavía la demanda supera por mucho la oferta del servicio de envíos en la última milla».
En cuanto a la omnicanalidad, Malievac afirmó que «uno de los grandes desafíos es la cuestión operativa para cumplir al mismo tiempo con las ventas de la tienda física, las ventas online y a través de marketplaces».
Un retailer que quiere vender a través de estos canales necesita, según este director de Napse, un software para gestionarlo, «porque es muy difícil salvo que hablemos de un local en el que se tenga todo el inventario en el mismo lugar y el volumen de ventas sea bajo. Si hablamos de un retailer más grande, con varios puntos de venta, surgen problemas, errores, faltantes de stock».
Rivero observó que «había una separación muy fuerte entre las ventas físicas y online, era una estrategia multicanal. La tienda abastecía a sus clientes de cercanía y si ofrecían un envío a domicilio, ese paquete llegaba desde el centro de distribución al punto de venta, para volver a ser enviado desde allí hasta el domicilio del cliente final».
«Ahora -sostuvo- contamos con la tecnología suficiente para lograr la omnicanalidad, convirtiendo a las tiendas en pequeños centros de distribución, que se surten de inventario y pueden hacer repartos hacia el consumidor que compra online directamente, permitiéndole contar con envíos más rápidos y con menores costos, con la posibilidad de retirarlo también en un punto de venta cercano».
Puedes leer más sobre este tema en la nota propia que se publicó en iProfesional aquí.