El Stop Cyberbullying Day se conmemora el tercer viernes de junio para promover la concientización y la lucha contra esta forma de acoso cibernético.
Se trata de una iniciativa que busca animar a personas, empresas y organizaciones a mostrar su compromiso en hacia un entorno en línea verdaderamente inclusivo y diverso donde no haya temor a amenazas personales, hostigamiento o abuso.
Desde Argentina Cibersegura, una asociación civil cuyo objetivo es concientizar a la comunidad sobre el uso seguro y responsable de Internet, y en la que colabora como voluntario un servidor, me compartieron recomendaciones para abordar este tema ya sea en el ámbito familiar como en la esfera escolar, e invitaron a sumarse a su campaña en redes para reflexionar sobre este problema.
El cyberbullying es la forma digital del bullying, un problema que siempre estuvo presente en aulas y también en entornos laborales.
Se diferencia del acoso cara a cara por factores como el anonimato, el estar conectado las 24 horas o la dificultad de eliminar de Internet contenido que puede ser utilizado para afectar a una persona.
Según un estudio realizado por la organización no gubernamental (ONG) Bullying Sin Fronteras entre 2022-2023, en promedio, seis de cada diez niños sufrieron de forma diaria alguna forma de acoso tanto de forma física o a través de medios digitales, como el cyberbullying.
Otro informe, en este caso de la organización Pew Research realizado en el 2022, detalla que casi la mitad (46%) de los adolescentes encuestados sufrieron al menos un tipo de ciberacoso o cyberbullying.
En cuanto a las plataformas digitales, X (exTwitter), Facebook, Instagram y WhatsApp son consideradas las más tóxicas en términos de ciberacoso o cyberbullying.
«El primer paso para abordar esta problemática es entender que en Internet todo se potencia. Una publicación llega a muchas personas en cuestión de minutos, y en poco tiempo todas esas personas están hablando y opinando», explicó Silvina Tantone, mentora educativa de Argentina Cibersegura.
El acoso en línea «tiende a ser anónimo y muy dañino, con consecuencias de largo alcance, a veces con secuelas para toda la vida. Del otro lado de la pantalla, siempre hay una persona y quienes hostigan lo saben. Justamente ese es el objetivo del cyberbullying: pegar donde duele. Involucrarse en frenar el acoso digital es responsabilidad de cada persona que forma parte de la cadena por donde circulan los contenidos. Reportar, bloquear y evitar que el cyberbullying escale, es tarea de todos/as», afirmó Tantone.
Pilares de acciones contra el cyberbullying
En este contexto y en la búsqueda de fomentar acciones proactivas para trabajar temas como el cyberbullying y agresiones en línea, Argentina Cibersegura, junto a Digipadres, iniciativa de Eset, compañía especializada en detección proactiva de amenazas, desarrollaron cuatro pilares que los padres, las madres, la escuela y los docentes pueden implementar cuando se trata esta problema:
Formar buenos ciudadanos digitales
Así como el mundo digital es parte de la vida real, las reglas y modales que se aplican en este son las mismas que ya conocemos en el mundo físico.
Enseñar a los niños respeto y normas de convivencia debería contemplar el ámbito de Internet, por lo que la educación en este contexto debe considerar aspectos relacionados al trato y la comunicación a través de medios digitales.
Concientización por encima de la prohibición
En lugar de crear pánico sobre el uso de la tecnología o difundir malentendidos, la conciencia permite que surja una atmósfera positiva. Por ello, es importante educar a los niños sobre qué es el cyberbullying y darles las herramientas y conocimientos necesarios para que puedan detectar de manera temprana las señales del ciberacoso, ya sea tanto víctimas como agresores.
Para los padres y madres, establecer reglas claras es la clave para acordar un uso responsable de la tecnología, explicar cuáles son los riesgos que existen y por qué estas normas ayudan a que ellos estén protegidos.
Muchas escuelas prefieren prohibir el uso de tecnología, lo cual provoca un rechazo en los estudiantes que a la larga puede derivar en que decidan esconder sus teléfonos y utilizarlos sin que el docente lo perciba.
Es importante mostrar a los estudiantes cómo pueden utilizar la tecnología para el bien común, cómo compartir conocimiento o apoyarse mutuamente. Además, al incorporar la tecnología en el aula, los profesores pueden centrarse en el uso ético de la tecnología.
Solidaridad colectiva para reportar los casos de abuso
En la mayoría de los casos de ciberabuso, el silencio por parte del entorno se debe principalmente al miedo a ser la próxima víctima o al castigo por parte de los adultos. En estos casos, los niños deben saber que no es la tecnología el problema, sino su uso irresponsable.
Fomentar un diálogo fluido y un espacio de escucha también contribuye a que los niños sepan a quien acudir ante casos de violencia.
La violencia en línea puede y debe ser denunciada en las mismas plataformas. Todas las redes sociales cuentan con la opción para denunciar publicaciones, comentarios e inclusos perfiles que vulneren u hostiguen a una persona.
Esta es la única forma de eliminar contenido agresivo en las redes sociales, ya que, al acumular una serie de denuncias, la publicación o el perfil son eliminados. Estas denuncias son completamente anónimas, por lo que no hay temor a represalia.
Diálogo
La base de todo acompañamiento: En el caso de padres y madres, lograr un diálogo fluido, un espacio de confianza y una conducta responsable es la clave para empoderar a los chicos y protegerlos de los riesgos que existen en Internet.
En el ámbito escolar, los estudiantes necesitan saber a quién y dónde pueden acudir antes de que ocurra un problema relacionado al cyberbullying. La confianza es la clave para abrir el canal de diálogo.
Lo que sucede en Internet es muy serio para ellos, su identidad digital es esencialmente la misma para ellos que su persona física. Si un estudiante se acerca con un problema, como el cyberbullying, el docente debe entender que es un problema grave y encontrar los recursos para solucionarlo.
Tanto padres, madres como los maestros y educadores deben ser claros, empáticos y comunicarse abiertamente con niños y jóvenes.
«Es importante trabajar en conjunto por la prevención, para que nadie experimente situaciones de acoso. Sin personas que agredan, no hay ciberacoso. Por eso, en este #StopCyberbullyingDay, desde Argentina Cibersegura te invitamos a pensar y reflexionar sobre el daño que podemos causar, incluso sin intención, en las interacciones por internet. ¿Qué autocrítica nos hacemos como ciudadanos/as digitales? ¿Cómo evaluamos el impacto de nuestras acciones en pos del bienestar digital, propio y ajeno? ¿Cuál es nuestro termómetro para medir la convivencia pacífica?», propuso Tantone.
Para solicitar charlas de concientización para una escuela, asociación o empresa accede aquí. Una vez realizada la solicitud, recibirás un correo con todos los pasos a seguir, cómo se gestiona la confirmación de los encuentros y qué elementos son necesarios para su realización.
Conoce las actividades que Argentina Cibersegura lleva adelante haciendo clic en este sitio web.
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