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La ludopatía es un fenómeno complejo que va más allá del autocontrol, donde la conciencia del problema no se traduce en la capacidad de superarlo.

Como me señaló Francesco Rodano, director de juego sostenible de Playtech, una compañía de desarrollo de software de juegos de azar, “la adicción implica mecanismos psicológicos complejos que superan la toma de decisiones racional”.

La falta de acceso a herramientas de intervención en momentos críticos y la naturaleza adictiva del juego dificultan la autorregulación individual.

En este contexto, la tecnología se vuelve fundamental para la prevención del daño de la ludopatía, creando un ecosistema de seguridad que combina la eficiencia de las máquinas con la empatía humana.

La brecha entre conciencia y acción

Una investigación de Playtech, que incluyó a 3.000 personas de América latina (la Argentina, Brasil, Perú, Chile y Colombia), revela que, si bien el 93% de los jugadores se considera responsable, muchos enfrentan una barrera psicológica en la autogestión.

Rodano explicó que “muchas veces, los jugadores no tienen acceso inmediato a herramientas de intervención efectivas en el momento en que más las necesitan”. Esta desconexión es clave para entender por qué las herramientas tradicionales fallan y por qué la tecnología es indispensable ante la ludopatía.

La adicción no es una elección consciente, sino un estado psicológico que requiere apoyo externo, y es aquí donde la IA y otras herramientas actúan como un salvavidas ante la ludopatía.

Límites automáticos: de subutilizados a inteligentes

Los límites automáticos de depósito, tiempo o pérdidas fueron la principal herramienta tecnológica para el juego responsable, pero su eficacia ha sido limitada.

Según Rodano, estos mecanismos están “subutilizados y carecen de la sofisticación necesaria para apoyar eficazmente a los jugadores en situación de riesgo”.

La investigación de Playtech muestra que un bajo porcentaje de usuarios argentinos ha recibido alertas de comportamiento, lo que indica un subaprovechamiento de las herramientas existentes ante la ludopatía.

La solución no es hacerlos obligatorios, sino transformarlos en sistemas dinámicos y adaptativos. Rodano propuso que “para ser más eficaces, estos mecanismos deberían evolucionar hacia sistemas adaptativos impulsados por inteligencia artificial, que respondan al comportamiento individual en tiempo real”.

La implementación de estos límites mediante IA podría reducir significativamente los riesgos de ludopatía, preservando la autonomía del jugador a través de intervenciones personalizadas y evitando restricciones generales contraproducentes.

Inteligencia artificial para la detección temprana

La inteligencia artificial (IA) es una herramienta transformadora. A diferencia de las advertencias genéricas, ignoradas con frecuencia, las intervenciones personalizadas basadas en patrones de comportamiento individuales son hasta 20 veces más efectivas.

Playtech utiliza su plataforma BetBuddy, que, según Rodano, “analiza más de 70 indicadores conductuales en tiempo real, desde patrones de apuestas y comportamiento de recuperación de pérdidas hasta cambios en la frecuencia y duración de las sesiones”.

La IA identifica combinaciones sutiles de patrones que un humano podría pasar por alto, creando perfiles de riesgo individuales semanas o meses antes de que se produzca un daño grave.

Esto permite a los operadores sugerir límites de depósito o pausas en el momento más adecuado, basándose en los detonantes específicos de cada individuo, lo que permite pasar de un modelo de detección reactiva a uno de intervención proactiva.

Privacidad y datos: un delicado equilibrio

El uso de IA para la prevención del daño plantea una pregunta fundamental: ¿cómo se equilibra la necesidad de analizar datos con la privacidad del usuario? Rodano respondió que la clave está en la aplicación de principios de “privacy-by-design”, anonimizando los datos de los jugadores y utilizando solo los patrones de comportamiento necesarios para la detección de riesgos.

Los sistemas deben cumplir con estrictos estándares internacionales como el RGPD. Rodano enfatizó la importancia de la transparencia: “Trabajamos con transparencia junto a operadores y organismos reguladores para garantizar que el tratamiento de la información cumpla con los estándares de privacidad más exigentes, al tiempo que permite una protección efectiva del jugador».

«La clave está en utilizar la mínima cantidad de datos necesarios para lograr el máximo efecto protector”, señaló. Este enfoque garantiza que la tecnología sirva como un escudo de seguridad sin comprometer los derechos fundamentales del usuario.

Avances futuros: del análisis al acompañamiento

Los avances en IA no se limitan a la detección. En los próximos 5 a 10 años, surgirán modelos aún más sofisticados. Playtech explora el uso de chatbots con IA para intervenciones personalizadas en tiempo real y análisis de sentimientos para detectar señales de angustia emocional en las comunicaciones de los jugadores.

Estas herramientas, según Rodano, están “diseñadas para responder en el momento preciso, cuando el apoyo es más necesario”.

Además, la compañía aplica “aprendizaje por refuerzo (reinforcement learning) para perfeccionar las estrategias de mensajería a lo largo del tiempo, garantizando que las intervenciones sean cada vez más efectivas con cada interacción”.

A futuro, los modelos integrarán datos conductuales más amplios e información emocional en tiempo real para brindar un apoyo aún más preciso y adaptativo, “acercándonos a un sistema de protección verdaderamente inteligente y sensible”.

Otros mecanismos tecnológicos contra la ludopatía

Más allá de la IA y los límites, el arsenal tecnológico para combatir la ludopatía es amplio e incluye:

  • Sistemas de autoexclusión: Herramientas sofisticadas que permiten a los jugadores excluirse de múltiples operadores, funcionando como una red de seguridad integral.
  • Recordatorios de sesión y verificaciones de la realidad: Notificaciones inteligentes que se adaptan a los patrones de juego de cada persona, brindando información conductual útil.
  • Herramientas de autoevaluación: Cuestionarios y evaluaciones que ayudan a los jugadores a comprender su propio nivel de riesgo.
  • Acompañamiento automatizado: Sistemas que guían a los jugadores en riesgo hacia los recursos de ayuda adecuados.

La simbiosis entre tecnología y soporte humano

La tecnología no busca reemplazar el apoyo humano, sino potenciarlo. La IA es excelente para la detección temprana y la intervención inmediata en casos que siguen patrones conocidos.

Sin embargo, los casos complejos, que requieren empatía y juicio especializado, siguen siendo responsabilidad de los agentes humanos. Rodano lo resumió como una colaboración que crea una “red de seguridad integral que combina la eficiencia tecnológica con el cuidado humano”.

La IA puede derivar a un jugador de alto riesgo directamente a un consejero o a una organización de apoyo, creando una vía de derivación efectiva que conecta la rapidez de la tecnología con la profundidad de la interacción humana.

Esta colaboración con proveedores de tratamiento, consejeros en adicciones y organizaciones dedicadas al juego responsable es fundamental para el éxito de cualquier programa de prevención.

Desafíos tecnológicos en la prevención de la ludopatía

A pesar de los avances, existen desafíos. La ludopatía no es un problema estático; los patrones de comportamiento adictivo pueden evolucionar, lo que requiere que las herramientas tecnológicas sean igualmente dinámicas.

El desarrollo de modelos que puedan anticipar nuevas tendencias de riesgo es crucial. Otro desafío es la escalabilidad: asegurar que estas herramientas sofisticadas puedan implementarse de manera efectiva en un mercado global con regulaciones y culturas diversas.

La interoperabilidad entre plataformas y operadores es otro obstáculo técnico a superar para crear un sistema verdaderamente unificado.

Ludopatía en juegos sin dinero real

Aunque el enfoque principal de la industria se centra en el juego con dinero real, la ludopatía puede manifestarse en juegos sin apuestas monetarias, como los videojuegos con mecánicas de cajas de botín o microtransacciones.

La tecnología aquí juega un rol similar. Se pueden utilizar algoritmos para detectar patrones de gasto compulsivo o de juego excesivo, y ofrecer intervenciones adaptadas a estos comportamientos de ludopatía.

Las herramientas de autoexclusión y los límites de gasto pueden aplicarse para mitigar el riesgo de ludopatía, demostrando que los principios de juego responsable son aplicables más allá del casino tradicional, en cualquier entorno que pueda generar un comportamiento adictivo.

En última instancia, la tecnología está construyendo un futuro donde la prevención no es una respuesta reactiva, sino una medida proactiva, personalizada y, sobre todo, inteligente.

Nota de R.: este artículo acerca de la ludopatía fue publicado originalmente en iProfesional


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César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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