Las restricciones al mercado de cambio de monedas impuestas por la administración Fernández de Kirchner, fijadas bajo conceptos arbitrarios y secretos, tienen su costado más cruel e injusto en los problemas que atraviesan por culpa de estas medidas los argentinos que trabajan como misioneros de iglesias y organizaciones evangélicas fuera de la Argentina.
Los graves inconvenientes llegaron a tal punto que los espacios misioneros reunidos en la Red Misiones Mundiales (COMIBAM Argentina) tuvieron que salir a denunciarlos en un comunicado de prensa.
En el documento se detallan los obstáculos que el denominado popularmente «cepo cambiario» genera en los misioneros y las iglesias y organizaciones que los apoyan desde la Argentina, y acusan al Gobierno nacional de no dar ninguna respuesta a los reclamos que formularon para solucionar esta situación que pone en peligro el trabajo humanitario que realizan estos compatriotas en el exterior.
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