«Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran», encomendaba en una carta el apóstol Pablo a los cristianos que vivían en Roma. Y en este mayo me alegré, y mucho, con los logros de dos personas especiales para mí. Este quinto mes de 2013 será inolvidable para ellos, porque alcanzaron dos metas por las cuales trabajaron mucho.
Julián Arribas es uno de mis 17 sobrinos directos. Nació en la ciudad rionegrina de Viedma hace 24 años. Hijo de María Pía Lini y José «Cheche» Arribas, a los 7 años tuvo que pasar por una delicada y prolongada operación para extraerle un tumor de su cerebelo, de la cual quedaron unos leves secuelas motrices..
Alto, desgarbado, de carácter tranquilo pero con un corazón caliente por las causas que ama, como la lucha por un mundo mejor para todos los habitantes de este planeta, «July» dejó su ciudad natal, en la Patagonia, y se radicó en Buenos Aires, para estudiar ciencias políticas.
El 13 de mayo rindió la última materia y se recibió. Debajo, una foto de ese día junto a sus padres:
Unos días antes del logro de «July», tuve una alegría similar gracias a otra persona especial, mi amiga, colega y compañera Martina Rúa, quien recibió el Premio Accenture de Periodismo de Innovación 2012.
«Martu» se había enterado a través mío el 19 de abril que era una de las cinco finalistas de este premio. Mientras compartíamos una cobertura de unas conferencias de tecnología móvil en Miami, EE.UU., ella decía, resignada, que no lo iba a ganar. Le repliqué que no debía pensar así porque tenía grandes chances de obtenerlo, un pronóstico que le hice convencido en sus capacidades periodísticas.
Martina, de 33 años, combina en una misma persona los roles de compañera idónea, madre dedicada a a su amado «Frani», fanática de las playas brasileñas y de Racing, dueña de una de las sonrisas más cálidas y hermosas que conozco, y una amiga alejada de estos «tiempos líquidos» que vivimos en materia de relaciones personales.
Además, es una periodista que le pone el cuerpo, la mente y el espíritu a sus notas, impregnándolas con esos detalles que sólo las mujeres pueden conseguir. Puedes ver su producción periodística aquí.
«Martu» encarna en forma acabada a quienes sienten pasión por el periodismo. Dejó una carrera promisoria en el ámbito de las relaciones públicas para trabajar desde hace ocho años como «freelance» desde su casa para varios medios, y así estar más tiempo junto a su hijo y su esposo. Puedes leer su visión y experiencia sobre el trabajo periodístico como «freelance» y desde un hogar aquí.
Debajo, una foto de la entrega del Premio Accenture de Periodismo de Innovación 2012 que Martina recibió el 9 de mayo.
El premio fue por una nota, titulada “El nuevo oro se llama Big Data”, que, según dijo ella en su perfil en Facebook, «me costó y encantó hacer para La Nación Revista. Un reconocimiento muy emocionante (…) y el agradecimento de poder trabajar de mi vocación».
Te gusta hacerme llorar los domingos. Yo estoy muy agradecida de nuestra amistad. Muy.
CUANTO SE ALEGRARIA MI QUERIDA HERMANA COCA DE QUE JULIAN ESTA BIEN Y ADEMAS HABER LOGRADO UN TITULO UNIVERSITARIO- RECUERDO EN SU MOMENTO COCA LE BUSCO EL MEJOR CIRUJANO PARA JULIAN PORQUE SEMEJANTE PROBLEMA LA ANGUSTIO MUY MUCHO FELICITACIONES PARA JULI Y SUS PADRES un abrazo ana
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