En la Argentina, como en tantas partes, muchísimas historias tienen que ver con el deporte. Y muchísimas, con la literatura. Y hay, además, muchísimas historias que entrecruzan al deporte con la literatura.
De eso se trata «Contar el juego«, el libro en el que mi amigo, compañero y colega Ariel Scher construye las biografías deportivas de nueve escritores argentinos: Eduardo Sacheri, Roberto Fontanarrosa, Julio Cortázar, Osvaldo Soriano, Juan Sasturain, Haroldo Conti, Adolfo Bioy Casares, Martín Caparrós y Rodolfo Braceli.
Editado por Capital Intelectual, el libro permite a Ariel plantear que hay muchos caminos posibles para indagar sobre los vínculos entre el deporte y la literatura. Y que recorrer las historias de esos escritores es un camino cautivante para andar sobre un terreno fecundo pero poco estudiado.
Hay triunfos y hay derrotas, hay anécdotas increíbles, hay frases para la historia, hay testimonios de gente que compartió con esos autores la emoción de un partido, de una pelea o de una página. Y, en el medio, como otra cara del mismo fenómeno, hay deportistas que revelan qué les sucedió al leer a esos narradores.
«La esperanza es que el deporte nos funcione como una llave más, una llave valiosa, para arrimar a más gente al juego de leer», me contó el autor, al explicarme el motivo de esta obra.
Sobre Ariel, periodista, docente y cuentista, autor de «Fútbol, pasión de multitudes y de élites» (con Héctor Palomino), «La patria deportista», «Wing izquierdo, el Enamorado», «La pasión según Valdano», «Fútbol en el Bar de los Sábados» y «Deporte Nacional. Doscientos años de historia» (con Guillermo Blanco y Jorge Búsico), escribí esta nota en este blog.
Con «Contar el juego», Ariel certifica que la literatura y el fútbol son dos maneras grandiosas de jugar. Y que también pasan cosas grandiosas cuando juegan juntos.