Los equipos de electrocirugía que se utilizan para realizar corte y cauterización de tejidos en pacientes sometidos a intervenciones quirúrgicas en hospitales y clínicas argentinas, deben ser calibrados con frecuencia anual para garantizar su correcto funcionamiento.
Hoy las tareas de calibración se efectúan con equipamiento importado, lo que genera gastos extra de reparación y mantenimiento, y en ocasiones dificulta la posibilidad de realizar las calibraciones en tiempo y forma.
Por esta razón el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) asistió al Grupo de Empresas de Bioingeniería de Entre Ríos (GEBER) para desarrollar el primer prototipo de un analizador de electrobisturíes de industria nacional.
Desde el programa de trazabilidad en las mediciones de equipamientos electromédicos del centro del INTI para las tecnologías para la salud y la discapacidad se promueve el mantenimiento preventivo de estos equipos, para lo cual resulta indispensable realizar ensayos periódicos de calibración y verificación en más de 300 mil unidades en hospitales públicos y otras 500 mil en centros de salud del ámbito privado.
Estos ensayos se realizan mediante analizadores que controlan los parámetros medidos y/o de salida, según el tipo de equipo electromédico.
Para cada dispositivo, sea un electrobisturí, un desfibrilador, un respirador pulmonar, una incubadora o un oxímetro de pulso, existe un analizador específico.
«En la actualidad, existen 600 analizadores en el país y todos son importados, por lo que su calibración hasta hoy debía realizarse en Estados Unidos. A partir de esta iniciativa las calibraciones se realizarán en el INTI», señaló Cristian Khourian, a cargo del programa que desde 2007 trabaja en el desarrollo de procedimientos para calibrar todo tipo de analizadores.
«Esta tarea realizada junto a los centros de física y de electrónica e informática del INTI permite que hoy la industria nacional tenga la posibilidad de fabricar este equipamiento ya que contamos con los procedimientos para calibrarlos», agregó, en un comunicado que me envió el instituto.
Se apunta a la «fabricación de un equipo confiable a un bajo costo que pueda ser utilizado por todos los talleres de electromedicina, laboratorios y departamentos de ingeniería de hospitales y clínicas», expresó Silvio Laugero, socio de Pulsar Ingeniería Médica, una de las cinco empresas que integra GEBER.
Lauguero explicó que un electrobisturí funciona al aplicar una señal de radio frecuencia a través de electrodos colocados en el cuerpo del paciente para realizar corte o coagulación.
Resulta importante conocer las variables que emite el equipo para ver si son acordes a los requerimientos de su configuración.
Así, «cuando un médico coloca un valor determinado para realizar una aplicación quirúrgica, tenga la certeza de que el valor sea realmente el que indica el equipo», dijo Lauguero.
El desarrollo del prototipo involucró a ocho pymes proveedoras de la empresa entrerriana para el diseño del gabinete, la placa principal, los insumos electrónicos, las resistencias de carga y bobina de sensado de corriente y los teclados.
El centro de electrónica e informática del INTI asistió en el desarrollo y el diseño de la adquisición de la señal eléctrica del prototipo.
«Propusimos una ampliación en frecuencia y una variación en la forma de adquirirla. Pasamos de un conversor de forma implícita a uno de forma explícita que permitió ampliar el ancho de banda, la exactitud y el rango dinámico de la forma de medir la señal, lo que posibilita una más amplia aplicación», precisó Germán Gómez a cargo del laboratorio de calibraciones y mediciones electrónicas del centro del INTI para electrónica e informática.
El prototipo está en proceso de ensamblado y luego se realizarán pruebas y ensayos de seguridad eléctrica y de compatibilidad electromagnética en los laboratorios del INTI.
Su desarrollo contó con el apoyo de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Industria, la Universidad Nacional de Entre Ríos, el Gobierno provincial y la Secretaría de Producción Municipal.
«Contar con componentes de producción nacional para el desarrollo del corazón de la medición, como son dos bobinas especiales que utiliza cada analizador y que en los Estados Unidos tienen un costo de 700 dólares cada una, y la fabricación local de los elementos de carga no inductivos, implica una sustitución de importaciones que nos permitió ahorrar entre un 40 y un 50% en el costo final del dispositivo», explicó el bioingeniero de GEBER.
Se prevé que a mediados de 2016 comenzará la transferencia a la industria del equipo para su comercialización.
Esto permitirá que la fabricación del analizador y sus eventuales reparaciones puedan ser realizadas en la Argentina, y de esta manera garantizar la seguridad en las mediciones que realizan los electrobisturíes mediante calibraciones periódicas.
precio?
Hola, no fue informado, puedes consultar en el INTI. Saludos.