Evangelina Himitian y Soledad Vallejos, periodistas del diario porteño La Nación, iniciaron el 1 de abril un gran desafío: pasar un año sin comprar nada, para poner «jaque al consumismo» en sus vidas.
Para registrar la experiencia publican desde ese día crónicas y relatos en el sitio «Deseo consumido«, en Facebook y Twitter.
En esta nota, «El contrato», ambas explicaron que no persiguen ni «un objetivo económico» ni «ahorrar dinero».
En cambio, esperan «salir de esta experiencia enriquecidas. No monetariamente, sino por la posibilidad de compartir, de regalar, de sobrevivir alejadas del consumismo como razón de compra».
Sugiero leer la nota, donde estas «ex consumidoras» como se autodefinen, explican qué harán con las compras de alimentos e higiene; regalos; para sus niños (ambas son madres); peluquería y salones de belleza; y gastronomía fuera del hogar.
«Este proyecto no es equivalente a un voto de pobreza ni a un tratamiento de rehabilitación de adicciones», aclaró Himitian (puedes conocerla más en estas notas en este blog).
«La idea es dejar de acumular aquello que ya no sabemos dónde poner. Pasar un año sin comprar nada más que lo estrictamente necesario es para mí un camino de autoconocimiento que elijo recorrer como una manera de explorar mi relación con las cosas», afirmó esta periodista, de profundas convicciones cristianas y dueña de una sensible y femenina pluma periodística.
Muy interesante iniciativa. Creo que la cuestión no radica en comprar o no comprar, sino en no comprar lo que no se necesita, pues se termina pagando con dinero que no se tiene.