Cuando leas estas líneas este 8 de abril de 2016 estaré en un avión, el primero de los dos que me llevarán a China, las antípodas de Buenos Aires, mi lugar en el mundo, la ciudad donde nací, crié, estudié, crecí, casé, fui padre, y donde vivo y trabajo.
En rigor, las antípodas de Buenos Aires están en un lugar en el mar Amarillo, frente a las costas de China, como puedes chequear aquí escribiendo el nombre de la capital argentina.
¿Qué es una antípoda? Es un lugar del globo terrestre diametralmente opuesto al lugar en el que habitas. Si cavas un hoyo en línea recta donde resides, aparecerás en el otro extremo del planeta.
Es un viaje muy especial: será mi primera visita a Asia, el mayor continente del mundo, y nunca estuve en un lugar con tanta diferencia horaria (11 horas más) con Buenos Aires.
Además, me trasladaré a la nación más poblada del mundo, donde se habla un idioma que no entiendo, donde la cultura es tan diferente a la mía. Un país donde el acceso a Internet tiene muchísimos filtros y bloqueos a servicios casi omnipresentes para mí, como los que ofrecen Google, Facebook, Twitter, WordPress…
China está en mis antípodas no sólo en geografía. Por su historia, cultura, arte, política, economía, gastronomía, y por ser una potencia reemergente (ya fue potencia mundial y mucho más desarrollada que Occidente durante la Edad Media), este destino es el más fascinante de los viajes que realicé en la última década, en la que recorrí muchos países de América y Europa gracias a mi trabajo como periodista o como turista en vacaciones.
Es un destino fascinante también porque un sector de la población se enriquece con la llegada del capitalismo y la globalización, pero también se registra una creciente diferencia de clases, contradicciones entre tradición y modernidad, y la progresiva pérdida de la identidad.
Viajo invitado por Huawei, el mayor fabricante chino de dispositivos móviles, para participar en una reunión mundial de periodistas y analistas de mercados de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y de negocios en la ciudad de Shenzhen, muy cerca de Hong Kong. También visitaremos Shanghái y Beijing.
Si consigo conectarme a Internet y tener sus servicios como los usamos en Occidente, te compartiré notas periodísticas, relatos, imágenes y videos de este viaje, en iProfesional, el medio donde trabajo, en este blog y en mis perfiles en redes sociales.
Ante la posibilidad de que no pueda comunicarme, dejé programada la publicación en este blog de “La frase del día” y de una nota diaria. Hice lo propio en mis perfiles en redes sociales. A mi regreso a Buenos Aires retomaré la frecuencia habitual en la publicación de notas.
Saludos en viaje hacia China, las antípodas de mi lugar en el mundo.
¡Buen viaje, querido César!
Cuidado con la comida, no todo es apto para nuestro estomago…