El triunfo del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses del 8 de noviembre demuestra cómo las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) pueden ayudar o afectar en forma negativa a las aspiraciones de un postulante en su campaña electoral.
Se trató de un tiempo electoral atípico frente a la de otros comicios, porque las campañas de Trump y de su rival demócrata, Hillary Clinton, dedicaron la mayor parte de su tiempo a hablar de por qué el adversario no era apto para ser presidente.
Las redes sociales, los dispositivos móviles, la banda ancha inalámbrica y otras tecnologías permitieron a los dos contrincantes ofrecer sus mensajes de forma más rápida, con menos filtros y a más audiencia que nunca.
Hubo hitos tecnológicos que marcaron esta campaña que consagró por primera vez como presidente de los Estados Unidos a un candidato que nunca ejerció previamente un cargo político o se desempeñó en un puesto jerárquico en las fuerzas armadas de la mayor potencia mundial.
Puedes leer más sobre este tema en esta nota que publiqué en iProfesional.