Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ocupan un espacio y tiempo esencial de las vidas de millones de personas.
Puedes comprobarlo en medios de transporte público de pasajeros, en los comercios, incluso en iglesias donde no está mal visto que los asistentes lean la Biblia en un celular o tableta.
Sin embargo, el uso de computadoras, tabletas y teléfonos móviles por largos periodos de tiempo, puede ser contraproducente para la salud ocular, debido a que su empleo prolongado nos hace más vulnerables a los daños causados por la luz azul nociva emitida por sus pantallas.
Para evitar los riesgos frente a la exposición excesiva y acumulación de la luz azul dañina, tanto en el interior como en el exterior de un hogar o una oficina, se recomienda el uso de lentes con tecnología fotosensible.
Según me informó la empresa de óptica Transitions, el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) aconseja tomar en cuenta las siguientes medidas de protección e higiene visual para utilizar las TIC sin esforzar la visión:
- Ajustar el brillo y contraste de las pantallas digitales al mínimo posible.
- Utilizar siempre buenas condiciones de iluminación, tanto en el hogar como en el trabajo y evitar reflejos de otras fuentes de luz.
- Frente a cualquier tipo de pantalla descansar la vista cinco minutos cada 40 minutos de uso, enfocando la mirada al punto más lejano posible y pestañear para hidratar los ojos.
- Mantener limpia las pantallas de los equipos para facilitar la lectura.
- Considerar el uso de lentes fotosensibles, los cuales se adaptan automáticamente a cualquier cambio de iluminación en interiores y exteriores, ofreciendo comodidad, conveniencia y bienestar a los ojos.
- Consultar al médico oftalmólogo por lo menos una vez al año.
También es importante acostumbrar a los niños desde temprana edad a proteger sus ojos al emplear estas pantallas, con el fin de evitar problemas oculares futuros. Siempre la prevención es la mejor alternativa para la salud.