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En la puerta de la habitación donde el papa Francisco habita en la residencia vaticana Santa Marta apareció en julio un elocuente aviso que dice: «Prohibido quejarse».

También se lee en el cartel, escrito en italiano, que «los transgresores son sujetos a un síndrome de victimismo con la consecuente disminución del tono del humor y de la capacidad para resolver problemas».

«La sanción es doble si la violación es cometida ante la presencia de niños», dice el texto del aviso que termina de esta manera: «Para volverse el mejor de uno mismo hay que concentrarse en las propias potencialidades y no en los propios límites, por lo tanto: deja de quejarte y actúa para hacer mejor tu vida».

Quienes notaron el cartel fueron los interlocutores más recientes del Papa, invitados a Santa Marta, entre los que hay un anciano sacerdote italiano, quien, después de haber pedido la autorización, tomó una fotografía para divulgarlo, según informó el diario italiano La Stampa.

Ese aviso lo inventó el psicólogo y psicoterapeuta Salvo Noé, autor de libros y de cursos de motivación.

En su último volumen dedicó algunas páginas precisamente a Jorge Bergoglio.

El 14 de junio, al final de la audiencia en la plaza vaticana San Pedro, Noé pudo saludar por unos instantes al Papa, a quien le regaló su libro, una pulsera y el aviso, que Francisco apreció inmediatamente y saludó con esta frase: «Lo voy a poner en la puerta de mi oficina, en donde recibo a las personas».

El psicólogo Salvo Noé entrega el aviso al papa Francisco en la Plaza San Pedro. Fuente: L’Osservatore Romano.

El psicólogo Salvo Noé entrega el aviso al papa Francisco en la Plaza San Pedro. Fuente: L’Osservatore Romano.

La «oficina» del Papa, donde se realizan las audiencias, está en el Palacio Apostólico, donde no habría quedado muy bien con el aviso en medio de la austeridad y belleza del lugar. Francisco decidió ponerlo entonces en la puerta de su habitación.

En muchas ocasiones, Bergoglio, autor de la exhortación «Evangelii gaudium» («la alegría del Evangelio») indicó que los cristianos deben abandonar los tonos de la queja permanente.

Por ejemplo, unos meses después de su elección, en marzo de 2013, el papa dijo:

«A veces ¡algunos cristianos melancólicos tienen más cara de pimiento en vinagre que de personas alegres que tienen una vida bella!»

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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