La crisis energética a nivel mundial impacta en los hogares. Las matrices de energía no son suficientes y los costos de los productores crecen a la par del agotamiento de recursos naturales.
Las tarifas finales que abonan los consumidores aumentan y estos necesitan cuidar cada vez más el consumo para que su costo de vida no crezca en forma drástica.
En este contexto el negocio de productos para el hogar enfrenta un importante desafío: mantener el nivel de ventas pero aumentando la oferta de electrodomésticos y bienes que los consumidores aprueben en función de su consumo energético.
En el caso de la Argentina, pese a los aumentos en las tarifas de la luz y del gas registrados durante la gestión del macrismo, la eficiencia y el ahorro de energía tienen una presencia baja en el consumidor al momento de la compra.
¿Por qué la conciencia medio ambiental del consumidor argentino es baja en comparación con otros países? Con la apertura de la importación, ¿aumentó la oferta de aparatos eficientes, como los de tecnología inverter?
¿Cómo evolucionó la venta de estos productos en lo que va de este año en comparación con 2016 y cómo evolucionará de acá hacia fin de 2017?
¿Cuánto cuestan en promedio y en porcentaje las opciones de productos con estas tecnologías más eficientes en comparación con otros tradicionales?
Consulté sobre estos temas a Alejandro Toscano, gerente de Asuntos de Gobierno y Comunicación de Whirlpool Latinoamérica; Diego Gorali, gerente de Producto de Aire Acondicionado de Grupo Newsan; e Iván Purtic, gerente de Producto y Post Venta de Mabe Argentina; además de un vocero de BGH, quienes con cautela se animaron a vaticinar que este año las ventas de estos bienes “ecofriendly” aumentarán en unidades hasta un 30% respecto a 2016.
Más información en esta nota que publiqué en iProfesional.