Imagine calcular el desempeño del equipo de camareras, evaluando el desempeño individual de cada una. O enviar una alerta al huésped que está en la piscina, en el restaurante o en cualquier otra área, sobre la disponibilidad del apartamento o la conclusión de cualquier otro servicio solicitado por él.
Ahora piense en la practicidad de administrar un evento que está sucediendo dentro de su hotel y equilibrar el número de personas que están en el restaurante y en el salón, de forma que no quede ningún espacio vacío, ni demasiado lleno.
O incluso tener la posibilidad de hacer el control automatizado del stock del bar central y del frigobar, identificando el promedio de consumo de cada tipo de bebida y, por lo tanto, no tener mercancías paradas o falta de productos.
¿Parece demasiado tecnológico? Pero esta es una realidad que está cada vez más cerca de las redes hoteleras, principalmente por el uso de innovaciones como la inteligencia artificial (IA) y la Internet de las cosas (IOT, sigla en inglés).
Usando un sensor de presencia junto con el concepto de IA es posible tener un historial de la demanda de los huéspedes en cada área interna y así planificar una atención con más calidad y precisión, además de optimizar la gestión.
Y eso se puede hacer en todas las áreas de un establecimiento hotelero, lo que representa una reducción de costos y de fallas en el día a día, aunque sea necesario hacer una inversión inicial en tecnología.
En hoteles de los Estados Unidos y Europa, la experiencia del huésped ya se ha mejorado con el apoyo de la tecnología. En ciertos lugares, el viajero usa su propio móvil para abrir la puerta de la habitación, encender las luces, abrir la cortina, etc. Por medio del control de voz, él todavía consigue conectar la TV y gestionar los demás electrónicos del ambiente.
Puede parecer un futuro distante, pero si consideramos la velocidad que la tecnología viene ganando escala últimamente, las posibilidades es que eso se vuelva rutinario y necesario en un abrir y cerrar de ojos.
El secreto es definir en lugar de sólo seguir
Esto no significa que el hotelero debe parar y esperar a que ese momento llegue. Mientras estas innovaciones maduran, una buena lección de casa es mirar hacia dentro y evaluar lo que puede ser automatizado para agilizar los procesos, fidelizar al cliente y reducir los costos.
Aplique inteligencia en los procesos internos y utilice la tecnología disponible y accesible ahora – software de gestión, PMS, CRM, BI y etc. – para conocer mejor a su huésped y la forma en que desea relacionarse con el hotel.
Con esa parte estructurada, su operación estará mucho más preparada para seguir la próxima gran ola, pero quedará definir cuál será ella y cuáles son sus parámetros en el mercado.
Marcelo Cosentino
Responsable de soluciones de servicios profesionales de Totvs.