Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil y de Sudamérica, tiene una oferta gastronómica acorde a ese tamaño. Y entre los restaurantes cárnicos vacunos y de otras especies, se destaca Jardineira Grill, un paraíso para quienes gozamos de un trozo de carne vacuna bien hecho al fuego.
Ubicado en la zona sur de Sao Paulo, fue inaugurado en 1995 y, desde entonces, sirve su tradicional asado, asociado con el buffet variado, al estilo de la cadena Rodizio, con mariscos, antipasto, queso y pescado.
Las opciones de carne incluyen chuletas de cordero uruguayo, filetes de lomo y de otros cortes, que se sirven al estilo de las churrascarías brasileñas, con mozos que llevan la carne en spiedos y cortan una pieza en el punto de cocción elegido por el cliente .
En el buffet de autoservicio hay ensaladas, platos como camarones, de pulpo, calamares, mariscos y hasta caviar.
Para quienes gustan del pescado, ofrece una amplia variedad, como bacalao ahumado, salmón, atún y surubí. Incluso tiene el «piraíba cub», un pez de agua dulce de la cuenca del río Amazonas.
Además, en la cava hay más de 1.200 botellas distribuidas entre 200 etiquetas.
La estrella de este espacioso y tranquilo restaurante son los más de 20 cortes de carne, muchos de los cuales disfruté el 30 de mayo de 2019 en una cena invitado por la empresa Vtex, y donde tomé las siguientes fotografías con un teléfono móvil Samsung Galaxy S10+.

Al lado del mapa de la carne hay una pieza fundamental en las churrascarias brasileñas: un círculo de cartón. De un lado es verde y le informa al mozo que uno quiere más carne. Del otro lado lado es rojo y el mozo pasa de largo cuando observa esa señal. Por supuesto, el mío estuvo verde casi toda la noche…

El mozo interviene en el primer corte de carne que recibí. Detrás, Marcos Pueyrredon, vicepresidente global de Vtex para mercados de habla hispana y gran anfitrión de la cena.

