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Cuando se desarrollan nuevos productos, es fácil quedar atrapado en la etapa incómoda de exploración, de lo que se puede versus lo que no se puede hacer.

En el caso de la Internet de las cosas (IoT, sigla en inglés), el factor llamativo, como controlar la calefacción o el teatro hogareño desde el dispositivo móvil, por ejemplo, es genial.

Pero si eso es todo lo que se te ocurre, estamos en problemas, hay mucho más.

De hecho, los líderes actuales sugieren que la curva actual de la IoT es una muestra que la tecnología está todavía en su adolescencia.

Las empresas de manufactura ya entienden esto. Los sensores inteligentes en los depósitos no son algo nuevo, pero ellos están también entusiasmados con esta etapa, observando y conectando todos los puntos de datos a los que se pueden acceder ahora gracias a la IoT.

El desarrollo de dispositivos y aplicaciones con IoT conecta una enorme cantidad de datos.

Según un informe de la empresa Cisco, los dispositivos conectados crearán 600 zettabits de datos anuales para el 2020, de 145 zettabits en 2015.

Cuando todos estos datos puedan analizarse en forma adecuada y considerarse útiles para acciones, tendrán un impacto poderoso en la toma de decisiones y en la rentabilidad.

A medida que se profundiza el conocimiento del potencial de la IoT, se puede ver que muchos de los productos con ella llegan a realizar mejores elecciones que el propio usuario del dispositivo.

Cuando los sensores se vuelven más económicos, las empresas de manufactura confían más en ellos, y se verán más sensores embebidos en la maquinaria de planta para monitorear las condiciones y el performance, y así predecir cuando sea necesario realizar mantenimiento preventivo.

El dispositivo en sí sabe cuando es necesario realizar un «check-up», o cambiar la batería y piezas de repuesto, e incluso algún día quizás pueda saber cuando el operador necesite una mayor capacitación.. Esto se pone cada vez mejor.

Con sensores inteligentes que predicen con exactitud los repuestos necesarios, se pueden capturar, monitorear y analizar los datos sobre el mantenimiento y las reparaciones. Podremos automatizar las operaciones.

Los productos y «pallets» pueden equiparse con sensores inteligentes, de manera que cuando un cambio llega a la bodega, por ejemplo, los productos pueden recibirse automáticamente en el inventario y verificarse con las órdenes de compra.

El «pallet» también puede dirigir la grúa a donde los productos deben estar dentro de la bodega.

Este nivel de automatización gracias a la IoT no tiene precedentes. Es un salto enorme de las aplicaciones actuales.

A medida que la visión de sistemas inteligentes para el futuro se hacen realidad, la IoT está dejando con rapidez sus inicios. Los primeros años han sido interesantes, pero es hora que la Internet de las cosas crezca y brinda mayor valor.

Rubén Belluomo

Gerente comercial de Infor para el Cono Sur

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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