(A la luz del evangelio de Lucas 21.5-19)
Ciertamente no hablan en tu nombre
quienes desprecian a sus prójimos,
Biblia en mano, cual amuleto mágico.
No, no hablan en tu nombre
quienes se autoproclaman tus referentes
pisoteando derechos y dignidades,
abusando de la fuerza, reprimiendo,
fomentando odios que se traducen en violencia,
buscando privilegios personales,
obsecuentes a los mandatos del Imperio.
No hablan en tu nombre
quienes gritan aleluyas y amenes,
quienes cantan en los templos
o rezan en sus casas,
indiferentes al dolor de sus semejantes,
insensibles ante los reclamos por justicia.
No hablan en tu nombre
quienes vociferan desde los púlpitos,
ávidos de poder y de gloria,
desesperados por imponer
su visión de un mundo egoísta y avaro,
sin espacio para las diversidades,
mundo que no es para indígenas
ni para negros ni para pobres
ni para homosexuales
ni para nadie que no piense igual
o se someta a sus caprichos mesiánicos.
Quienes hablan en tu nombre,
desde el Evangelio de la vida,
esa buena nueva que abraza lo diverso,
que abre espacios, que fomenta la inclusión,
que busca la equidad y la justicia que trae paz,
ellos serán desoídos, incluso en las iglesias.
Y serán descalificados y odiados y perseguidos
porque ya no hay espacio para la gracia
en un mundo gobernado por la ambición,
el individualismo, la meritocracia
y el consumismo sin conciencia ética.
Pro tú dices, buen maestro,
que de esa religión del brillo, de la apariencia,
de la hipocresía, de la mentira disfrazada de verdad,
del fundamentalismo rancio e inhumano,
cooptada por el poder que oprime y mata,
no quedará piedra sobre piedra.
Y esa es nuestra esperanza:
que tu voluntad se cumpla
y que nuestros ojos puedan ver,
surgiendo por sobre las ruinas de esa religión maloliente,
una nueva espiritualidad de la vida,
fiel a tu mensaje liberador,
consecuente con tu llamado a servir
al Reino de la justicia y de la plenitud.
Gerardo Carlos C. Oberman
Fuente: perfil del autor en Facebook.
Nota de R.: la imagen superior es una captura de pantalla de un video de la cadena televisiva estadounidense CNN publicado en YouTube, que muestra a la senadora y autoproclamada presidenta interina de Bolivia Jeanine Añez cuando ingresaba al palacio presidencial en la ciudad de La Paz sosteniendo un ejemplar de la Biblia en alto.
gracias por este texto de Oberman, excelente!!
De nada.