Adherí a la siguiente solicitada publicada en diarios porteños firmada por más de 2 mil compañeros y colegas en el oficio del periodismo, que ejerzo en forma ininterrumpida desde 1986.
La declaración es en respuesta a otra solicitada de unos 300 periodistas y empresarios periodísticos que denunciaron una campaña de «estigmatización» impulsada «desde el Estado».
A continuación, el texto de la solicitada que firmé:
¿Creemos que las y los periodistas somos víctimas de campañas de difamación y presiones, como sostiene un comunicado reciente de periodistas y empresarios de medios de comunicación? Las y los abajo firmantes, periodistas de medios privados, públicos, autogestivos y comunitarios, desocupadas y desocupados, así como también analistas de los medios de comunicación e integrantes de entidades vinculadas al estudio y la agremiación, creemos que las y los periodistas, como toda la ciudadanía, estamos sometidos al escrutinio público y a la ley. No tenemos privilegios. Y no toda crítica, por exagerada o injusta que sea, puede ser considerada como un “ataque a la libertad de expresión”.
Aun dentro de nuestras diferencias, de nuestras distintas realidades y hasta de las dificultades que el propio medio en ocasiones nos impone, sí creemos que el periodismo debe ejercerse con profesionalidad, libertad y dignidad. Y que, en el necesario vínculo con el poder y las fuentes, tenemos reglas por cumplir. No vale todo. Entendemos que la defensa de la libertad de expresión tiene una acción doble: nuestro derecho a informar y el derecho de la comunidad de informarse. Y entendemos a esa libertad de expresión como una conquista colectiva, no desde posiciones individuales ni sectarias. No es nuestra libertad, es de la sociedad. Un mejor periodismo es decisivo para contribuir a una mejor discusión pública, sobre todo en tiempos tan complejos como estos, atravesados por la angustia de una pandemia.
Puedes leer la lista de los firmantes de esta solicitada aquí.