Los incendios cada vez son más frecuentes en la Argentina, en especial en la temporada veraniega en la Patagonia.
La última deflagración afectó en enero la ciudad rionegrina de El Bolsón y destruyó 8.500 hectáreas de bosque nativo.
El 2020 fue un año especialmente seco para todo el país. Varias provincias ya sufrieron las consecuencias de los incendios estivales.
Córdoba fue la más afectada con unas 331.000 hectáreas quemadas, en un año en el que se destruyeron más de un millón de hectáreas. La falta de lluvia hizo de 2020 el año más seco desde 1995.
En ese contexto, un equipo de la Universidad de Morón (UM) desarrolló el prototipo Wildfire Busters, una herramienta para el seguimiento de incendios a escala regional.
Según me informaron desde la UM, el desarrollo se realizó a mediados del 2020, por lo que debieron trabajar de forma virtual, por la pandemia del coronavirus, para presentarlo en el hackathon de la tierra y el espacio de la agencia aeroespacial estadounidense (NASA, sigla en inglés).
Este año el equipo trabaja en el prototipo para darle mayor sofisticación y aplicabilidad. Busca lograr el acompañamiento del Estado, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y de empresas relacionadas.
El equipo fue conformado por Uriel Agustín Sánchez y Ezequiel Romanelli, estudiantes de Ingeniería en Informática; Clara Cordenons, alumna de la Licenciatura en Publicidad; y Paula Galletti y Cecilia Zalazar, de las carreras de Ingeniería Agronómica.
Fueron coordinados por la ingeniera agrónoma María de los Ángeles Fischer, docente de la Escuela Superior de Ingeniería, Informática y Ciencias Agroalimentarias.
El objetivo fue crear una aplicación que ofreciera información sobre:
- La distancia mínima a los focos de incendio y sus características: lugar y momento de detección, potencia del fuego, nivel de daño.
- La información sobre combustibles, basados en índices de vegetación satelitales.
- Las características del paisaje, como pendiente y orientación, barreras físicas como cursos de agua.
- El comportamiento histórico de incendios forestales en el sitio (frecuencia e intensidad).
- Las condiciones meteorológicas, como velocidad y dirección del viento.
- Los impactos potenciales, como la cercanía a áreas protegidas o zonas urbanas.
A partir de estos datos, la aplicación proporciona una puntuación de los eventos de incendio con cinco clases, desde la menos dañina hasta la más dañina.
A su vez, los usuarios podrían enriquecer la aplicación a través de la carga de información en el propio lugar del siniestro.
Puedes leer más sobre este tema en la nota propia que publiqué en iProfesional aquí.