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El siguiente texto fue en respuesta a la siguiente pregunta: «¿Qué diferencia ha hecho Jesús en tu vida?» Más información sobre esta encuesta aquí.

Comenzó una noche de julio de 1998, en la cama de un hospital. La vida me confrontó con mi fragilidad, así como el espejo nos devuelve una imagen real de cómo estamos.

A los 23 años, lo lógico es que uno se coma el mundo. Pero en este caso, era la angustia la que estaba a punto de tragarme.

Para no excederme en detalles lastimosos, una enfermedad extraña y autoinmune me apareció de la nada, y después de muchos diagnósticos errados, no quedo otra que la internación.

Para aquellos que lo han vivido, de más está decir lo difícil que es pasar las noches internado.

La cabeza tiene el monólogo interno a todo volumen, como un frenético programa de radio en donde solo se habla de lo malas que serán las cosas a partir de ese momento.

Y así estaba yo, sintiéndome mal como nunca antes, viendo como el mundo seguía su curso, mientras que yo temblaba literalmente por no saber qué me iba a pasar el próximo segundo.

En medio de esa siniestra tormenta de ideas, algo pasó. Me acordé de Dios, de aquello que muchas veces había escuchado de Jesús, pero siempre lo había dejado en el estante de lo teórico.

Entonces oré. Y mi oración no fue muy lúcida, pero de alguna manera lo invité a Jesús mi vida y él aceptó. De golpe, “FM Angustia” dejó de trasmitir en mi cabeza, y vino la esperanza a mis pensamientos.

La paz que sentí es difícil de explicar. Fue el alivio que necesitaba, y pude dormirme tranquilo. Ya no estaba solo frente a la vida o a la muerte. Ya le había dado una oportunidad a lo único que no había intentado sin fracasar.

Quisiera contar milagros estruendosos, pero no se dio de esa manera (aunque me sucedieron cosas inexplicables, como perder el interés en vicios y otros recursos a los que acudía para anestesiar la angustia existencial).

Fue un crecer constante, con avances y retrocesos, como todo aprendizaje. Caminar en la fe lleva un proceso de madurez como la vida misma. Pero ese camino fue lo mejor que me pudo haber pasado.

Queridos amigos, entender el sentido de muchas de las cosas en tu vida, es un tesoro invaluable para aquellos que lo han buscado aun sin darse cuenta.

Muchos se sienten muy lejos de Dios. Tal vez por culpas, por ideas, por experiencias, por errores o modos de vida que suponen lejanía.

Pero Jesús está solo a una oración de distancia, ofreciéndote su amor, su perdón, sus planes de bien y un nuevo comienzo.

Eso fue lo que yo recibí y me sostiene hasta el día de hoy.

David Tigani

David Tigani

Gerente comercial Hub Rural – Grupo Clarín.

Puedes leer las respuestas del resto de los encuestados aquí.


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César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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