El siguiente texto fue en respuesta a la siguiente pregunta: «¿Qué diferencia ha hecho Jesús en tu vida?» Más información sobre esta encuesta aquí.
¿Qué diferencia ha hecho Jesús en tu vida?
Como muchas personas, he atravesado a lo largo de mi vida momentos muy difíciles.
Creo que es en esos momentos donde más he notado la diferencia por tener a Jesús en mi vida.
Su compañía, su consuelo, su fortaleza han sido claves para pasar los tiempos de aflicción o dolor de una manera muy diferente a la que viven las personas que no lo tienen.
En relación con cosas buenas y felices de la vida, Jesús ha sido el centro de grandes oportunidades en cuanto a mi desarrollo profesional y personal y también en la posibilidad de encontrarme con personas hermosas que enriquecen mi vida y con quienes compartimos la misma fe.
Caminar por la vida con Jesús guiando es muy distinto a moverse con la incertidumbre y la falta de claridad que hay por ahí. Él siempre se anticipa.
Con mi familia hemos visto su mano mostrando decisiones que había que tomar en momentos claves y luego, al pasar el tiempo, podemos mirar hacia atrás y decir ¡guau! Qué bueno contar con la guía del Señor.
El desarrollo de mi espiritualidad cristiana ha contribuido a mi salud en muchas maneras.
A mi salud mental, al transitar el dolor encontrando consuelo y paz; a mi salud física, al recibir milagros de sanidad muchas veces, y a mi salud emocional y social, permitiéndome tener vínculos sanos y fuertes con muchas personas buenas que son como una gran familia de sostén y apoyo en situaciones muy variadas.
Comparto, diariamente, el trabajo con un equipo de cristianos en el Seminario Internacional Teológico Bautista.
Es un privilegio y un honor porque el clima de trabajo que tenemos es muy diferente al de otras instituciones educativas donde he trabajado.
Y uno ve a Jesús también ahí, en las personas con las que trabajo, que son gente muy capaz, formada y preparada profesionalmente para su tarea, pero tienen también todas las virtudes que provienen de una relación personal con el Señor.
En ocasiones, cuando converso con alguien acerca de cosas que viví, sobre todo en mi infancia, las personas se asombran de cómo pude superarlas y seguir adelante.
Eso que muchos llaman resiliencia (concepto que comparto parcialmente) en mi caso estoy segura de que se pudo desarrollar por la presencia de Jesús en mi vida.
A mis 6 años tomé la decisión de iniciar una relación personal con él y sin lugar a duda ha sido la mejor decisión que podía tomar.
Viviana Barrón
Rectora del Seminario Internacional Teológico Bautista.
Investigadora asociada en el Centro Argentino de Etnología Americana.
Docente investigadora y profesora en Estado y Políticas Públicas de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Profesora titular de la Universidad del Museo Social Argentino.
Profesora adjunta de la Universidad Nacional de La Matanza.
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