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La inteligencia artificial (IA) plantea desafíos y oportunidades a las organizaciones gubernamentales y las empresas, que deben tener en claro cuál es el propósito para la aplicación de estas herramientas basadas en el aprendizaje automático.

Jorge Lukowski, divulgador de IA y director de marketing y comunicación de la empresa informática Neoris, analizó en una entrevista que le realicé cómo pueden las empresas aprovechar hoy la inteligencia artificial.

-¿Por qué surge una visión que oscila entre la cautela, el temor y el rechazo en torno a la inteligencia artificial?

-Esta visión surge porque la inteligencia artificial generativa es una tecnología nueva y, como todo lo desconocido, genera sentimientos de cautela, temor y rechazo. Una situación similar ocurrió cuando se inventó la imprenta.

Muchos copistas, que se dedicaban a reproducir libros de forma manual, temieron que el invento de Gutenberg los dejara sin trabajo.

Sin embargo, lo que realmente sucedió fue que estos profesionales se adaptaron y se convirtieron en tipógrafos, aportando más valor a los textos mediante la tecnología de la época.

El libro manuscrito continuó existiendo como una pieza única y artística, con sus letras capitales, ilustraciones y diversas tipografías. De manera similar, los talentos humanos y la inteligencia artificial coexistirán y se complementarán.

La IA, y especialmente la generativa, no es solo una herramienta más, sino que es un instrumento esencial que debemos aprender a usar para mantenernos competitivos. No será la inteligencia artificial la que nos reemplace, sino otro profesional que sepa utilizarla eficientemente.

-¿Hay conciencia en la dirigencia política, empresaria, sindical y social de la Argentina acerca de los riesgos y las oportunidades que presenta la inteligencia artificial?

-Existe una noción general entre los líderes políticos, empresariales, sindicales y sociales de la Argentina sobre los riesgos y oportunidades que la inteligencia artificial presenta. Sin embargo, esta comprensión general es insuficiente.

Es esencial que estos sectores se formen y se interioricen realmente en esta revolución tecnológica para aprovechar plenamente su potencial y mitigar sus riesgos.

La inteligencia artificial no solo ofrece beneficios en el ámbito empresarial, como la reducción de costos, la automatización de tareas repetitivas, o la ayuda para aplicar «Data Storytelling», que consiste en llevar el análisis de datos a términos más entendibles por un usuario de negocio y que le sirvan de apoyo a la hora de tomar una decisión; un enfoque estructurado para comunicar «insights» sobre los datos a través de la combinación de tres elementos clave: datos, visuales y narrativa.

Sus ventajas también se extienden a otros sectores cruciales. Por ejemplo, en el campo de la salud, la inteligencia artificial puede mejorar significativamente el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, personalizar planes de atención médica y optimizar la gestión de recursos hospitalarios.

En la educación, la inteligencia artificial puede personalizar el aprendizaje, identificar las necesidades específicas de los estudiantes y proporcionar recursos educativos adaptados.

En el sector público, puede mejorar la eficiencia y la transparencia de los servicios gubernamentales, así como fortalecer la seguridad pública a través de análisis predictivos.

Para que la Argentina pueda aprovechar plenamente estas oportunidades, es fundamental que la dirigencia política, empresarial, sindical y social no solo esté consciente de los desafíos y beneficios de la inteligencia artificial, sino que también se eduque y participe activamente en su implementación.

Es crucial fomentar un uso intensivo y consciente de estas tecnologías, aprovechando las numerosas herramientas disponibles y observando de cerca las experiencias de otros países.

Al adoptar una actitud proactiva hacia la inteligencia artificial, los líderes de Argentina pueden garantizar que esta tecnología se utilice de manera ética y efectiva, beneficiando a todos los sectores de la sociedad y promoviendo el desarrollo sostenible y la competitividad del país.

También, es importante estar atento a lo que ocurre en otros países con el uso de la IA. En el último tiempo se habló en medios y redes sociales sobre cómo esta herramienta puede desinformar al imitar voces, o hacer hablar a imágenes.

Un ejemplo, fue el audio del candidato a alcalde de (la ciudad estadounidense de) Chicago, Paul Vallas donde, mediante un video publicado en la red social X, se lo escuchaba restarle importancia al «gatillo fácil», pensamiento que estaba en el otro extremo de lo que el político creía sobre el tema.

-¿Cómo pueden las organizaciones (empresas, Estado) aprovechar hoy las herramientas que ofrece la inteligencia artificial?

-Lo primero es comprender cuál es el objetivo de usar IA. ¿Buscamos automatizar procesos? ¿Queremos que nuestros talentos cuenten con un asistente para que tengan más tiempo en buscar soluciones para nuestros clientes?

Una vez definido el propósito por el cual queremos aplicar esta herramienta, es cuando hay que buscar en el mercado aquellos productos que se ajusten a nosotros.

Por ejemplo, nuestro sistema CODAI, que usa IA generativa, reduce en un 70% los tiempos de desarrollo de software, acelera la innovación y mejora la colaboración en proyectos tecnológicos, por lo que es un buen match para aquellas compañías que busquen optimizar los procesos de los equipos de programación.

Pero sin tener claro el problema que buscamos solucionar, encontrar aquel producto o servicio adecuado para la empresa y obtener los beneficios que esperamos se volverá una tarea difícil.

Además, es crucial considerar las ventajas que la IA ofrece al Estado en diferentes niveles: nacional, provincial y municipal.

La implementación de IA en la administración pública puede transformar la atención y los servicios a los ciudadanos, haciéndolos más eficientes y accesibles.

Por ejemplo, sistemas de IA pueden gestionar grandes volúmenes de datos para identificar patrones y tendencias que ayuden a mejorar la toma de decisiones y la formulación de políticas públicas.

En el ámbito de la atención ciudadana, la IA puede optimizar la asignación de recursos, reducir los tiempos de espera y personalizar los servicios según las necesidades específicas de los ciudadanos.

También puede ser utilizada para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, mediante el análisis de datos para detectar y prevenir la corrupción.

Para garantizar el éxito de estas iniciativas, es fundamental asegurar la ciberseguridad en todas las implementaciones de IA. Esto implica proteger los datos sensibles de los ciudadanos y asegurar que estos sistemas operen de manera segura y confiable.

La integración de IA debe ir acompañada de medidas robustas de seguridad informática para proteger contra amenazas y vulnerabilidades.

La incorporación de herramientas de IA en organizaciones tanto privadas como públicas tiene el potencial de mejorar significativamente la eficiencia, la innovación y la calidad de los servicios ofrecidos.

Sin embargo, es esencial definir claramente los objetivos, seleccionar las herramientas adecuadas y garantizar la seguridad de los sistemas implementados para aprovechar plenamente los beneficios de esta tecnología.

-¿Qué requisitos tecnológicos y culturales debe tener una organización que decida incursionar en la aplicación de la inteligencia artificial en sus procesos de negocio?

-Cualquier organización puede incursionar en la aplicación de la inteligencia artificial en sus procesos de negocio, pero es fundamental partir de un análisis o diagnóstico del grado de madurez de la compañía.

Este diagnóstico inicial permite evaluar las capacidades actuales, identificar áreas de oportunidad y determinar las necesidades específicas para integrar la IA de manera efectiva.

Tras esta evaluación, la empresa puede proceder en su camino hacia la implementación de la IA con una estrategia bien fundamentada.

Desde una perspectiva tecnológica, la organización debe contar con una infraestructura de datos sólida.

Esto implica tener sistemas eficientes para la recopilación, almacenamiento y gestión de datos, asegurando que estos sean precisos y estén debidamente normalizados. Además, se requieren capacidades de procesamiento robustas, que incluyen tanto el hardware necesario.

La calidad de los datos es crucial, ya que los modelos de IA dependen de datos limpios y consistentes para funcionar correctamente.

La seguridad y privacidad de los datos es otro aspecto tecnológico clave. La organización debe implementar medidas de ciberseguridad para proteger los datos y cumplir con las regulaciones de privacidad pertinentes, como el GDPR o la CCPA.

Es esencial contar con sistemas que permitan la integración de la IA con las plataformas existentes, utilizando API (sigla en inglés por interfaz de programación de aplicaciones) y otras herramientas de automatización para facilitar la adopción continua de estas soluciones en los procesos de negocio.

Desde el punto de vista cultural, es fundamental fomentar un espacio de innovación y aprendizaje continuo dentro de la organización.

Esto implica promover una mentalidad abierta hacia el uso de nuevas herramientas y proporcionar capacitación constante en tecnologías de IA y análisis de datos.

La alta dirección debe estar comprometida y tener una visión clara del valor estratégico de la IA, asignando los recursos necesarios y estableciendo objetivos y métricas claras para medir el impacto de las iniciativas.

La colaboración interdisciplinaria y la comunicación efectiva son también esenciales. Es importante que diferentes departamentos y disciplinas dentro de la organización trabajen juntos para asegurar una implementación integral de los sistemas de aprendizajes automáticos.

Establecer canales de comunicación abiertos facilita el intercambio de conocimientos y experiencias, lo que es crucial para el éxito de la implementación de esta tecnología.

Por último, la organización debe desarrollar prácticas éticas y responsables en el uso de la IA. Esto incluye la creación de políticas que aseguren que su implementación sea transparente y ética, así como la evaluación continua del impacto social y económico de las soluciones de IA.

Al cumplir con estos requisitos tecnológicos y culturales, una organización estará mejor preparada para aprovechar las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial y transformar efectivamente sus procesos de negocio.

Jorge Lukowski

Jorge Lukowski

Puedes leer la entrevista que publiqué sobre la inteligencia artificial en iProfesional aquí.


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César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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