En la ciudad de Viedma, la capital de la provincia patagónica de Río Negro, se erige la parroquia Don Bosco, un lugar que no solo es un centro religioso, sino también el santuario de Artémides Zatti, canonizado como santo por la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Su vida y legado marcaron profundamente la historia de esta región argentina, convirtiéndolo en un símbolo de esperanza y dedicación a los más necesitados.
La vida de Artémides Zatti
Artémides Zatti nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto, Italia. A los 17 años emigró a la Argentina con su familia, que se estableció en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.
Su vocación por ayudar a los demás lo llevó a unirse a la comunidad salesiana, donde se formó como enfermero. En 1902, fue enviado al Hospital San José en Viedma, donde dedicó más de cinco décadas a cuidar a los enfermos y pobres de la región.
Su labor incansable le valió el apodo de “El enfermero santo de la Patagonia” debido a su profundo compromiso con los más vulnerables.
Artémides Zatti se destacó no solo por su habilidad profesional, sino también por su fe y espiritualidad. Se le atribuyen milagros, incluyendo la curación milagrosa del sacerdote salesiano Carlos Bossio, quien se recuperó de una septicemia tras invocar su intercesión.
Canonización y celebraciones
Artémides Zatti fue beatificado por el papa Juan Pablo II en 2002 y canonizado por el papa Francisco el 9 de octubre de 2022. Esta canonización revitalizó el interés en su vida y obra, llevando a la comunidad local a celebrar su legado con diversas actividades.
En octubre de 2023, se llevaron a cabo actividades conmemorativas que incluyeron una vigilia en la Catedral de Viedma y una caminata con las reliquias del santo hasta la parroquia Don Bosco.
El santuario en la parroquia Don Bosco
Ubicada en el boulevard Ituzaingó 179, en Viedma, la parroquia Don Bosco no solo alberga los restos de Artémides Zatti, sino que también es un centro de peregrinación para aquellos que buscan inspiración en su vida.
El lugar incluye un mausoleo que guarda sus reliquias y es un lugar donde los fieles pueden rendir homenaje al santo. La iglesia es la sede de ceremonias religiosas y actividades comunitarias que celebran su legado.
Además del mausoleo, el lugar cuenta con una escultura que representa a Zatti cuidando a un niño, que simboliza su dedicación al servicio y la compasión.
Esta obra fue inaugurada durante su beatificación y se ha convertido en un punto focal para los visitantes que llegan a conocer más sobre su vida.
Un refugio espiritual, de servicio y compasión
Artémides Zatti llegó a la Parroquia Don Bosco a través de su conexión con la comunidad salesiana, donde encontró un entorno propicio para cultivar su fe.
Bajo la guía del padre Carlos Cavalli, su director espiritual, Zatti profundizó en su relación con Dios y en su compromiso con la vida sacramental.
Esta formación espiritual fue fundamental para su desarrollo personal y vocacional, ya que le permitió discernir su camino en medio de las dificultades de salud que enfrentaba.
La parroquia Don Bosco se convirtió en el escenario principal de la obra de Zatti. Desde 1911, asumió la responsabilidad del Hospital San José, ubicado dentro del complejo parroquial.
Durante 25 años, Zatti se dedicó a cuidar a los enfermos y necesitados, convirtiéndose en el “alma” del hospital. Su enfoque humanitario y su dedicación al servicio reflejaron los valores salesianos que promovían la dignidad y el respeto por cada persona.
Zatti no solo administró el hospital; también creó un ambiente de calidez y compasión que resonaba con los principios de Don Bosco.
A través de su trabajo, transformó el hospital en un lugar de esperanza para aquellos que sufrían, haciendo visible el amor de Dios en acciones concretas.
La importancia de la parroquia Don Bosco se extiende más allá del tiempo en que Zatti estuvo vivo. Tras su muerte, el lugar se convirtió en un santuario donde los fieles pueden rendir homenaje a su memoria.
Su legado sigue vivo en esta comunidad, inspirando a nuevas generaciones a seguir sus pasos en el cuidado y amor hacia los necesitados.
Galería de fotografías de la parroquia Don Bosco y Artémides Zatti
Aunque visito Viedma desde 1988 con mucha frecuencia, porque mi esposa y su familia son de esta ciudad, nunca había entrado a la parroquia hasta la mañana del 25 de octubre de 2024.
Conocía del legado de Zatti por el relato de mi suegro, Mario Lini, y las referencias que hay al santo en la catedral de Viedma, pero la visita a la parroquia me permitió conocer más en profundidad sobre su vida. La capilla, que incluye otras referencias a Zatti, estaba cerrada.
Te comparto a continuación una galería de fotografías que tomé ese día con un teléfono móvil iPhone 14 Plus:
Impacto cultural y turístico
El impacto de Artémides Zatti trasciende lo religioso; su historia es parte integral del patrimonio cultural de Viedma. Por ejemplo, el hospital público de la capital rionegrina lleva el nombre del santo, además de una de sus principales avenidas.
La ciudad ofrece circuitos turísticos que incluyen visitas a sitios históricos relacionados con su vida y obra, promoviendo así un turismo religioso que atrae tanto a locales como a visitantes extranjeros. Estos circuitos permiten explorar no solo la figura de Artémides Zatti, sino también la rica historia salesiana en la región.
Artémides Zatti es más que un santo; es un pilar de la comunidad viedmense y un ejemplo vivo del compromiso con el servicio a los demás. Su santuario en la parroquia Don Bosco no solo honra su memoria, sino que también invita a todos a reflexionar sobre el valor del amor al prójimo y la fe inquebrantable en tiempos difíciles.
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