La frase del título recuerda una pronunciada por Isabel Sarli, la famosa actriz argentina, en la película «Carne» (ver más sobre esto en la fe de erratas al final de esta nota) y que en esta ocasión la relaciono a una situación planteada por mi querido colega chileno Arturo Catalán.
Arturo informó el 13 de septiembre en su perfil en Facebook que el área de prensa de la empresa Sony en Chile convocó a los periodistas a una reunión para el 25 de septiembre.
Para registrarse en esa actividad, Sony pone como condición que los periodistas entreguen su RUT (una clave única de identificación tributaria), a lo cual Arturo se negó por cuestiones de privacidad y seguridad.
Pero el área de prensa de Sony va aún más allá, como el personaje masculino que motivó la famosa frase de Sarli: en la convocatoria establece que los periodistas deben vincular espacios de uso personal en temas laborales.
En concreto, Sony condiciona la presencia del periodista en su reunión a que éste acepte poner un “Me gusta” en el perfil de esta empresa en Facebook y a vincular una aplicación de la empresa en el perfil del periodista en Twitter para publicar en su nombre.
“Siempre he entendido que el rol de las empresas de RRPP (relaciones públicas) es de ser facilitadoras del rol que juega la prensa y no entorpecedoras. Es por eso que a través del presente confirmo desde ya que no asistiré a la actividad de ustedes”, respondió Arturo a Sony.
Las áreas de prensa y RRPP de las empresas y/o las compañías que proveen estos servicios a otras organizaciones tientan al periodista, cada vez con más frecuencia, a utilizar sus espacios personales en Facebook o Twitter para difundir algo relativo a la convocatoria.
Por ejemplo, la empresa Cisco premió con una tableta al periodista que más veces comunicó en Twitter bajo una categoría (“hashtag”) especial durante sus conferencias CiscoLive en junio en la ciudad estadounidense en Orlando. En este caso se trató de una participación voluntaria por el lado de los periodistas.
En cambio, el caso de Sony en Chile va más allá, porque establece como condición para registrarse en su convocatoria la aceptación de ceder el espacio personal del periodista a los intereses de la empresa para que ella publique lo que quiera antes y durante la reunión.
Si Sony estableció estas condiciones se debe a que existen periodistas o personas que simulan serlo que no tienen ni pruritos ni problemas éticos, profesionales, laborales, personales en aceptar estas reglas con tal de no quedar afuera de estas convocatorias.
Quienes aceptan estas condiciones ignoran (en el mejor de los casos…) que así afectan su principal capital como periodista y medio: la credibilidad de la audiencia en sus notas.
A esa credibilidad apuntan las empresas cuando tientan a los periodistas con premios o el anuncio de sorteos o condicionar la participación a ceder espacios en redes sociales.
¿El ejemplo de la respuesta de Arturo será imitado en Chile y en otros países? Espero que sí.
Fe de erratas al 16 de septiembre de 2013: Lectores del blog me comentaron en privado que Isabel Sarli no pronunció esa frase en «Carne». En realidad, lo hizo en la película «Y el demonio creó a los hombres» como se puede ver y escuchar aquí.
Esos chicos derraparon mal…
Bien César por acercarnos el caso, hay que generar conciencia desde todos los niveles. Saludos.
Alejandra, muchas gracias por tus palabras generosas. Saludos.
…quise poner «me gusta» pero me pide acceso a mis datos personales!! jajaja estamos acorralados en la era 2.0!
Hace poco pasaron ‘Carne’ por Canal à y, en efecto, Isabel Sarli pronuncia la famosa frase, increpando a un sujeto detestable justo antes de que éste la viole un descampado a la vera de las vías del Ferrocarril Roca (creo que se ve Constitución a lo lejos). Pero creo que no es exactamente así como lo dice, sino que varía en alguna preposición… Aunque las palabras que siguen inmediatamente son las que vuelven realmente hilarante la escena, que por otra parte debería ser trágica: La estrella erótica argentina por antonomasia le espeta al pervertido de turno «¡Piense en su madre!»… Ya querrían Bergman y Freud haber contado con la mente genial de Armando Bo para asistirlos en sus devaneos con el subconciente, ¿No?.
https://polldaddy.com/js/rating/rating.jsReblogueó esto en rosaacostapressy comentado:
Quienes aceptan estas condiciones ignoran (en el mejor de los casos…) que así afectan su principal capital como periodista y medio: la credibilidad de la audiencia en sus notas.