Pulso Cristiano cumple este 21 de septiembre de 2013 una década de vida.
Un día como hoy (disculpa el lugar común pero cedí a la tentación de usarlo…) en 2003, inicié este camino junto a David Kohler, colega, socio, compañero, amigo y, por sobre todo, hermano en la sangre de Cristo.
Habíamos comprobado hace 10 años que las iglesias evangélica argentina carecían de una publicación periodística donde se pudieran tratar todos los temas, incluyendo los problemas internos, y que abriera al mismo tiempo el juego a la participación libre de la audiencia.
Comprobamos en estos años la existencia de alguna dirigencia evangélica que cree que los periodistas debemos difundir sólo las noticias de «edificación» y los «hechos positivos», y que debemos ignorar cuestiones delicadas y/o polémicas porque éstas perjudican la imagen y la credibilidad de las iglesias y de su liderazgo.
Pero, gracias a la misericordia de Dios, miles de cristianos de la Argentina, América latina y del resto del mundo de habla hispana entendieron y entienden que este espacio les sirve para tener otro punto de vista, bajo el lema que nos guía desde el primer número: “Noticias y opinión con la presión justa”.
En esta década Pulso Cristiano mantuvo el formato del newsletter enviado por correo electrónico, que enriquecimos con otras plataformas, como las fotos y el video y redes sociales como Twitter y Facebook.
Si Dios lo permite, en los próximos meses daremos un anhelado y postergado salto cualitativo para ofrecer más y mejores servicios periodísticos, acordes a estos tiempos donde Internet es casi omnipresente, no sólo en una PC de escritorio sino en teléfonos móviles y tabletas.
Agradezco en primer lugar a Dios por estos 10 años de vida. Sin la gracia y la misericordia de él, este medio hubiera desaparecido a los pocos meses de su inicio.
Agradezco a los lectores por su participación en este medio, con su aliento y sus críticas.
Agradezco a los anunciantes que vieron y ven a este medio de comunicación como un camino para dar a conocer sus productos y servicios y también para respaldar esta propuesta de periodismo evangélico independiente de organizaciones, iglesias, ministerios o empresas.
Agradezco a Icolic, el estudio que encabezan Fernando Coronel y Mariano Dorfman, que desde 2004 arma la pieza del newsletter que se envía quincenalmente y lo suben a la web.
Agradezco a NutHost, la empresa de “hosting” que nos provee el alojamiento en sus servidores.
Un agradecimiento especial para mi madre y para los padres de David, quienes nos alentaron y apoyaron en todos estos 10 años, no sólo en lo espiritual y emocional sino también en aspectos materiales.
Agradezco a David, un periodista que se caracteriza por su sensibilidad especial para los temas espirituales y humanos pero, por sobre eso, fiel compañero de trabajo, de alegrías y pesares, y a su hermosa familia, integrada por Carina, Brenda, Melanie y Karen.
Agradezco finalmente a Cristina y Agustina, quien ya realiza algunos trabajos periodísticos para Pulso Cristiano, como se puede ver en la edición 243. Les agradezco a ellas por su paciencia, aguante y soporte en estos 10 años, en especial en extensas noches de cierres de ediciones.
Como bien escribió David una vez, en Pulso Cristiano “queda mucho por crecer en un mundo de oportunidades que asusta por su vastedad y que Antonio Machado resumió magistralmente: ‘Caminante no hay camino sino estelas en la mar’. Pero hay algo más, la presencia de aquel que dijo ‘Yo soy el camino’”.
A Jesús, el camino de la vida eterna, encomendamos este servicio periodístico, y a él le corresponde la gloria.
Muchas felicidades! Dios los siga bendiciendo en los años por venir.
¡Muchas gracias, Ester!