Luis María Di Filippo, ese hombre especial y ejemplar descripto en esta nota en este blog, atraviesa una nueva batalla en esta tierra, quizás la más difícil de su vida.
Luis María, de 50 años de edad, se desvaneció el 1 de mayo en Puerto Madryn, la ciudad chubutense donde vive junto a su esposa Marcela y la mayoría de sus siete hijos, por una arritmia cardíaca severa, que al principio se confundió con un accidente cerebro vascular (ACV).
El panorama, grave de por sí, era y es aún más complicado por una válvula cardíaca que le implantaron en 2001 a Luis, un paciente anticoagulado.
Los médicos le encontraron el corazón muy deteriorado y resolvieron la colocación urgente de un marcapasos.
Luis fue trasladado a la ciudad de Rawson, 75 km al sur de Puerto Madryn, donde el 7 de mayo fue operado para implantarle el marcapasos.
El 14 de mayo, Luis dictó el siguiente mensaje a uno de sus hijos, quien lo publicó en el perfil de su padre en Facebook:
«Medio abollado, descalibrado, casi en desequilibrio, vuelvo al ruedo, por todos los que me conocen y me quieren. Ésta no es mi última pelea, tengo más corteza para resistir, y más hilo que ovillar. Gracias por todas sus oraciones, los quiero mucho a todos…»
La arritmia cardíaca le produjo una isquemia cerebral que le dejó una parálisis del lado izquierdo del cuerpo, y problemas en la visión y el habla.
El 21 de mayo se le realizó una tomografía con contraste, que descubrió un coágulo muy pequeño sobre el lado izquierdo del cerebro. De acuerdo a lo expresado por los médicos a sus parientes y amigos, hay una zona del cerebro que se dañó, por lo que otras neuronas deben aprender lo que hacían las que ya no funcionan.
Al momento de publicar esta nota, Luis estaba en tratamiento con fonoaudiología y kinesiología, asistido por Marcela, la increíble esposa y compañera que Dios le regaló.
Como dijo un amigo mío y en común con Luis, Pablo Bedrossian, «lo más importante es tener paciencia, poner todo y sobre todo darle mucho aliento y afecto a Luis en otro momento clave de su vida».
Luis es una inspiración constante para todos. Superó dificultades enormes en la vida y tiene muchos logros sin perder jamás la humildad. Es un ejemplo de padre y de persona. Lo defino como un gladiador urbano. Espero que se recupere pronto porque sus amigos lo necesitamos.
ORAMOS AL DIOS TODOPODEROSO POR LA VIDA DE LUIS !!!