Dos jóvenes cincuentenarios en una confitería con mayoría de sexagenarios y septuagenarios. Los responsables de la baja del promedio de edad de los habitués de Las Violetas, el bar más famoso del barrio porteño de Almagro, fuimos Alejandro Bedrossian y un servidor.
Alejandro fue el primero de la lista de 50 amigos con quienes festejaré mis 50 años de edad, una idea que conté aquí.
Arquitecto, profesión que dejó en 2002, y hoy profesor de literatura en el Colegio Nacional Buenos Aires y otras escuelas porteñas, escritor, corrector y editor de libros, músico y productor musical, casado con Lizie y padre de dos hijos, Alejandro mantiene a los 52 años la frescura y las ganas de crecer que tenía cuando nos conocimos hace poco menos de 40 años.
La foto fue tomada por uno de los mozos de Las Violetas, una confitería elegante y tradicional (puedes ver fotos mías en el bar aquí) donde compartimos en la tarde soleada del 15 de agosto dos cafés cortados acompañados por un pañuelo de dulce de leche y una medialuna de manteca.