El 24 de abril se cumplirán 100 años del inicio del genocidio armenio, mi comunidad de origen por el lado paterno.
Uno de los desafíos que plantean el trabajo de recordar y homenajear a las víctimas y damnificados de estas tragedias es encarnar a esas personas para que dejen de ser una cifra, una más entre miles de protagonistas anónimos. Con ese propósito entrevisté a argentinos descendientes de sobrevivientes del genocidio.
En las siguientes líneas, el testimonio de la licenciada en relaciones públicas Carolina Panossian, 38 años, residente en Buenos Aires.
-¿Qué parientes tuyos, que conociste en persona, vivieron en carne propia el genocidio?
-El pariente que sufrió el genocidio fue mi abuelo paterno Donato, que lamentablemente no llegue a conocer porque falleció antes que yo naciera.
-A partir de tus recuerdos y vivencias, ¿cómo impactó en ellos lo sucedido hace 100 años?
-Por lo que siempre me contó mi papá, mi abuelo nunca hablo de su tierra y tampoco les inculcó su cultura, no quería hablar de su pasado.
-¿Cuál es tu posición y actitud ante el centenario del genocidio armenio?
-Como todos estoy esperando justicia y que sea reconocido por el Estado turco. Creo que es un gran avance el reconocimiento que se está logrando.
-¿Cómo recordarás el centenario del genocidio armenio?
-Siempre tengo presente a mi abuelo en estas fechas, y creo que debemos seguir manteniendo viva la cultura de nuestros antepasados, que es una forma de mantenerlos con nosotros. Y en este año en particular, participar de los actos para que seamos muchos y que el reclamo se sienta fuerte.
PD: Tuve la suerte de poder conocer Armenia cuando terminé el secundario y fue una experiencia única, la sensación de sentir las raíces, pensar que por esas tierras que yo caminaba habían caminado mis antepasados.
Puedes leer las respuestas del resto de los entrevistados aquí.