¿Te gustan las carnes vacunas y porcinas asadas a la manera estadounidense? Si tu respuesta es afirmativa y vivís en Buenos Aires, te presento una alternativa a Kansas, el restaurante más famoso de estas comidas.
Gracias a Samsung Argentina, en el marco de su serie de actividades #SamsungCircuits, disfruté una experiencia inolvidable al saborear estos cortes de carnes, junto a un grupo de amigos y de colegas, y de ejecutivos de esa empresa y de su agencia de prensa.
Se trata de una «steak house» que traslada al barrio porteño de Palermo la gastronomía y el ambiente de un parador en medio del estado de Texas.
El lugar se llama El Tejano, está en Honduras 4416. Su creador es Larry Rogers, oriundo (sí, adivinaste) de Texas, quien se esmera en su servicio con la ayuda de un compatriota y una moza oriunda del estado de Georgia.
Con nuestros vasos regados con una cerveza artesanal proveniente de una chopera, y variando con algunas gaseosas, cenamos el 19 de mayo una gran sucesión de cortes de carne de vaca y cerdo y pollo, además de chorizos.
La carne está impregnada por el ahumado y la barbacoa, una salsa que incluye salsa de tomate, vinagre, especias y miel, y que se aplica al adobar la carne durante la cocción. Su sabor, entre ácido y dulce, resalta los ahumados.
Rogers dejó Texas en 2006, luego de terminar sus estudios en economías y negocios en América latina. Instalado en Buenos Aires, comenzó su actividad gastronómica vendiendo salsa picante y salsa BBQ de su autoría bajo la marca El Tejano.
Según nos explicó esa noche, abrió el restaurante por la necesidad de compartir los sabores originales de Texas.
Atención, no es un restaurant común. La comida se sirve habitualmente en el marco de una reunión especial que se realiza de forma periódica a puertas cerradas y bajo reserva.
El local está a la calle, sobre la mano izquierda de Honduras, a pocos metros de la avenida Scalabrini Ortiz.
Durante el encuentro gastronómico, Rogers trae barbacoas y comida clásica estadounidense bajo el lema «All can you eat«, ideal para quienes tenemos buen diente y nos gustan las veladas pantagruélicas.
No es un «tenedor libre», porque este texano se encarga de servir a cada uno de los comensales sin necesidad que estos deban moverse de las mesas elevadas, que se comparten con el resto de los invitados en un ambiente pequeño, de acceso directo desde la calle.
Como se trató de un evento privado, organizado por Samsung, casi todos nos conocíamos, salvo uno de los proveedores de cerveza del lugar que compartió parte de la cena con nosotros.
Si sabes inglés, es una buena oportunidad para practicarlo con Rogers y sus ayudantes, en el marco de una comida informal y relajada.
La previa a los platos principales comienza con pepinillos en vinagre, pickles, «baby corn» y pan de maíz y jalapeño.
Después llegan los choclos, las empanadas de carne y las alas de pollo, hasta que Rogers se acerca con una tabla grande y filetea el «brisket» (tapa de asado) que fue ahumado durante nueve horas cubierto con una receta especial de 18 ingredientes.
La tapa se corta en finas lonjas. La carne es muy tierna. y se salsea a gusto con la barbacoa hecha por el texano. Acompaña la clásica ensalada «coleslaw«, de repollo colorado, zanahoria y aderezo de crema y mayonesa.
Después arriban las «ribbs«, las costillas de cerdo que tienen unas cinco horas de cocción y pintadas cada 30 minutos con una salsa BBQ compuesta por 22 ingredientes.
Rogers apoya las ribbs sobre la tabla, y mientras corta las porciones relata anécdotas y chistes y habla de su vida.
Como buen anfitrión, observa sin que uno se dé cuenta a cada invitado, sus reacciones, cómo están los platos y los vasos, una actitud que me hizo recordar a mi abuela paterna armenia Lousaper cuando nos agasajaba los domingos en su casa con unos almuerzos increíbles.
Por supuesto, las ribbs se pueden comer sosteniéndolas con las manos, hasta dejar el hueso limpio.
Las costillas están caramelizadas por la salsa barbacoa, que forma una costra maravillosa y sella la carne con una capa exterior que evita pérdida de jugos y concentra sabores. Además del «coleslaw», se sirven papas ahumadas, enteras, con piel.
Debajo, fotografías que tomé esa noche en El Tejano, un lugar muy recomendable para disfrutar en grupo (hay que reservar antes a través de esta página web), aunque luego deberás airear y/o lavar la ropa, impregnada por el ambiente ahumado del lugar.
Las fotos, tomadas con los teléfonos móviles Samsung Galaxy S5 y Nokia Lumia 1020, están por orden cronológico, puedes ampliarlas haciendo clic sobre ellas.
Debajo, diferentes menúes y opciones. Recuerda que los precios corresponden a mayo de 2015.
Qué gran noche! 🙂