El 25 de mayo se recuerda en la Argentina la revolución de mayo de 1810, que inició el proceso histórico que derivó en la independencia nacional en 1816. Una de las maneras de celebrarlo consiste en compartir un locro, un guiso a partir de zapallo, porotos, maíz o papas, algunas veces con trozos de carne.
La fecha patria fue una buena excusa para reunirme con amigos, compañeros y colegas en la casa de una de ellas, Andrea (no informaré los apellidos salvo que ellos me lo autoricen…) para compartir un rico locro casero de la anfitriona regado con buenos vinos mendocinos:
La sobremesa con Alicia, Andrea, Cristina, Fernando, Patricio y Rubén concluyó con una abundante merienda, donde sobresalió la pastafrola casera hecha por Fernando:
El largo camino de regreso a casa no fue agotador, porque volvimos regocijados gracias a las buenas calorías de la comida y del tiempo compartido con los amigos.