Dios,
enseñame a vivir este día
como es digno del Dios del limonero,
del Dios del mar salado, del brillo de los peces;
del Dios del cuerpo, el útero, el canal de parto.
Como es digno del Dios del jabalí,
de la tarántula, del rayo,
de la mosca que nace y muere el mismo día;
del Dios de los mosquitos y el calor y el frío,
del ciruelo blanco y verde florecido.
Enseñame a vivir como lo espera
el Dios de la piedra fundida en los volcanes,
el Dios de las miradas y los besos,
el Dios del llanto a gritos y el silencio.
Ayudame a ser de nuevo la sonrisa,
o el susto al menos o la carcajada,
del Dios del silbo delicado y apacible;
del Dios que crea mundos con palabras.
Pablo Alaguibe
Fuente: Red Crearte bajo Licencia Creative Commons Atribución 2.5 Argentina.
Amen!
Que linda oración, cubre tanto de lo que Dios nos cedió en esta vida
Gracias!