La decisión anunciada por el Gobierno nacional de bajar a partir de marzo el arancel del 35% a la importación de computadoras sacude como un sismo al mercado informático local, como lo demostró la marca Banghó, de la compañía PC Arts Argentina, que bajó la persiana de su planta ubicada en el norte del Gran Buenos Aires y dejó en la calle a unos 200 trabajadores.
«La medida, dispuesta por la Secretaria de Comercio del Ministerio de Producción de la Nación, hace inviable la producción local ante la imposibilidad de competir con productos provenientes de países con altos subsidios a la exportación, como es el caso de China«, justificó la compañía a través de un comunicado.
La empresa informó que centralizará toda su operación industrial en la fábrica que posee en el Distrito Tecnológico porteño y que «redefinirá su estrategia empresarial para asegurar la continuidad de sus negocios y mantener el posicionamiento de su marca Banghó en el mercado».
Ante la medida gubernamental, aún ni publicada ni reglamentada oficialmente, otro jugador importante del mercado local, la empresa rosarina Air Computers, apostará por la reconversión de su negocio, según me confiaron desde esta compañía que fabrica la marca CX, creada durante las administraciones Kirchner.
Por ejemplo, desarrollará una nueva marca para traer al mercado argentino una línea de accesorios de todo tipo, como auriculares y parlantes Bluetooth, mochilas y soportes.
Sin embargo, y al igual que Banghó, esta compañía santafesina de 60 años de historia y con oficinas en Buenos Aires, Mendoza y Córdoba deberá reducir su tamaño y despedir a un centenar de trabajadores de su fábrica.
Sergio Airoldi, director general ejecutivo de Air Computers, me advirtió que “la medida aún no ha sido publicada en el Boletín Oficial, por lo que la baja de aranceles continúa siendo sólo una posibilidad”.
¿Cómo se prepara esta compañía para la eliminación de los aranceles a la importación de computadoras?
“Esta pregunta tiene dos respuestas. Por un lado una muy triste, que es con el cierre de fábrica, lo que significa en nuestro caso dejar a más de 100 personas sin trabajo”, me confesó Airoldi (en la foto superior).
Por otro lado, volverán a «apostar fuerte a la distribución». Al respecto, el empresario recordó: «Nunca dejamos de ser distribuidores, pero en los últimos años la venta de productos de fabricación propia había crecido mucho. Si los aranceles cambian de manera brusca a cero en productos terminados, seremos distribuidores de nuestras marcas propias, pero fabricadas 100% en China y de marcas internacionales, es decir un modelo netamente comercial”, explicó.
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