¿Cuántas horas por día el celular está al alcance de tu mano? Esta fue la pregunta que formuló la encuesta en línea realizada por el fabricante de teléfonos móviles Motorola en marzo de 2018 y en la que participaron 2.500 adolescentes de la Argentina.
Las respuestas de los participantes, cuyas edades fueron de los 10 a los 19 años, refleja la importancia del móvil en sus vidas.
Según este relevamiento, cinco de cada diez adolescentes tienen el celular al alcance de su mano unas 12 horas diarias.
La relevancia del celular en la vida cotidiana de los jóvenes se hace aún más clara, cuando se analizan los dos extremos de la tabla.
Sólo un 2% dijo que lo tenía en su mano una hora o menos. Y en el otro extremo, un 20% tiene el teléfono móvil al alcance de su mano las 24 horas.
“Las investigaciones internacionales coinciden en que los adolescentes tienen el celular encendido las 24 horas. La pregunta formulada en el estudio de Motorola da un paso más. El teléfono no sólo está activo, sino que está prácticamente en sus manos todo el tiempo. No está encendido mientras ellos realizan otra actividad: la actividad es el propio celular”, explicó Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil, en un comunicado que me envió Motorola.
Su carácter portátil genera que el teléfono móvil sea la pantalla que más acompaña a los adolescentes durante el día.
En todo el mundo, el celular es la pantalla principal (y en muchos casos la única) en la vida de los chicos.
Realizan todas sus actividades a partir del teléfono móvil: se comunican con amigos, escuchan música, buscan información, juegan en red y hacen la tarea escolar.
“La vida diaria de los chicos del siglo XXI se define por su relación con las pantallas. Las tecnologías han transformado la manera en que ellos aprenden, leen, se informan, se entretienen, miran películas, ven series, escuchan música y se relacionan con los demás. Se trata, sin duda, de transformaciones muy recientes y muy dinámicas: hace diez años ningún adolescente mencionaba a las redes sociales y hoy, no hay ninguno fuera de ellas. En solo una década, las redes sociales pasaron de no existir a convertirse en la principal actividad de los jóvenes cuando navegan por Internet”, afirmó Morduchowicz.
Esta situación se intensifica cuando llegan las vacaciones, porque los chicos tienen más tiempo libre y, por lo tanto, muchas más horas para pasar navegando por la red desde sus teléfonos inteligentes.
Por el lado de los padres, un punto de partida para controlar la relación de su hijo con el móvil es acordar el tiempo de uso del dispositivo y las acciones que realizan.
De esta manera, padres e hijos pueden convenir qué momentos están libres de pantallas, y qué otras actividades pueden realizar para que el celular no ocupe la totalidad del tiempo libre en vacaciones.
Leer un libro, compartir actividades en familia, practicar un deporte grupal, ir a una plaza, a un club, a un cine, a un museo o a la casa de un amigo pueden ser momentos apropiados para que estén libres de tecnología y que sus celulares pasen a un segundo plano.
En cuanto a la relación de los más grandes con sus teléfonos, es importante que los adultos estén al tanto de lo que hacen con el móvil.
Esto se refleja en la necesidad de que los padres incorporen preguntas al diálogo familiar, como por ejemplo; «¿Qué hiciste hoy en Internet?», «¿Qué páginas web conociste?», «¿Con quién te comunicaste?», ¿»Hubo algo que te gustó o algo que te enojó?»
Esta es la mejor manera, según la especialista, de conocer, saber y compartir el uso que hacen los chicos del móvil.