Jesús de las fiestas y del buen vino,
amigo de la gente simple que se reúne para celebrar,
bendícenos con tu compañía creativa,
llena los vacíos que amenazan el buen vivir,
transforma la escasez en abundancia,
la avaricia en compartires.Jesús que te encuentras con el pueblo
que necesita poder bailar y reír y creer,
convierte la tristeza en risas,
las angustias en esperanza,
la pasividad en movimiento,
la religiosidad en espiritualidad,
la apatía en solidaridad,
la distancia en abrazos,
los miedos en confianza.Jesús de Caná, hijo de María, maestro,
echa de tu espíritu en este mundo agotado
y, a tu señal, será un mundo nuevo.
Gerardo Carlos C. Oberman
Fuente: perfil del autor en Facebook.