Los trenes, en especial los que recorren largas distancias, me transportan a mi niñez y adolescencia.
Mi papá Roberto montó de a poco en nuestro departamento un escenario de ferromodelismo, con diferentes locomotoras y vagones eléctricos, además de cruces de vías, una estación, puentes y rieles en curvas, donde pasabamos horas jugando y armando recorridos.
Después, en mi adolescencia, esa afición ferroviaria se fortaleció con los viajes en tren a ciudades como Rosario, Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Bahía Blanca.
Casi medio siglo después recreo un poco ese tiempo con la fotografía ferroviaria, una afición gracias a la cual he sido jurado en un par de ediciones de un concurso nacional en esta actividad.
Un punto panorámico interesante para la toma de fotografías ferroviarias es el puente de la calle Jorge Newbery sobre las vías del ferrocarril Mitre, en el límite entre los barrios porteños de Colegiales y Palermo.
[googlemaps https://www.google.com/maps/embed?pb=!1m18!1m12!1m3!1d1642.5774150045922!2d-58.44465754197022!3d-34.57494868662583!2m3!1f0!2f0!3f0!3m2!1i1024!2i768!4f13.1!3m3!1m2!1s0x95bcb5c1d0fe79cd%3A0x120859cd923bc1f9!2sPaso+A+Nivel+Jorge+Newbery!5e0!3m2!1ses!2sar!4v1556799636726!5m2!1ses!2sar&w=600&h=450]La tarde del 14 de marzo de 2019 me detuve en el paso peatonal que mira hacia al norte de Buenos Aires, en dirección a la estación Colegiales, para esperar el paso de algún tren de pasajeros de la línea Mitre.
La espera fue recompensada con creces, porque el tren que pasó fue un convoy de larga distancia, procedente de la estación Retiro, supongo que a las ciudades de Rosario o Córdoba, al que fotografié con un teléfono móvil Motorola Moto G7 Plus.
La lenta oruga metálica de vagones arrastrada por una locomotora diesel me regresó a la época de mi niñez y aquellas horas felices con mi padre, quien falleció a los 41 años de edad, cuando yo tenía 9 años.
A continuación, una galería de fotos que tomé en ese día, ordenada en forma cronológica.