El 20 de julio se celebrará el Día del Amigo, pero en el ámbito político argentino esa fecha tendrá este año una relevancia especial y sin relación con esa efemeride.
Mientras miles de personas se reunirán ese sábado con sus amistades, otras deberán postergar esos encuentros porque estarán ocupadas en una versión electoral del «Día D», en el que se pondrá a prueba el nuevo sistema de escrutinio de las elecciones presidenciales.
La jornada llegará precedida de polémicas porque el primer simulacro, realizado el 29 de junio, no dejó satisfecho ni al Estado ni a los privados involucrados, por lo que deberán esforzarse ante la prueba, a menos de un mes de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto.
Luego de asumir como presidente, Mauricio Macri había expresado que uno de sus principales anhelos era cambiar el sistema electoral y replicar en todo el país la boleta única electrónica que rige en la ciudad de Buenos Aires.
Esa reforma, aprobada por la Cámara de Diputados, fue bloqueada en el Senado en 2016 por el bloque que encabezaba nada menos que su actual compañero de fórmula, el rionegrino Miguel Ángel Pichetto.
Como Plan B, el jefe de Estado dio luz verde a digitalizar una fase del proceso.
Hasta las elecciones de 2017, los telegramas viajaban en camionetas bajo la custodia del Comando General Electoral hasta unos 500 puestos de digitalización y transmisión, donde se escaneaban y enviaban hacia los centros de cómputos: uno en el barrio porteño de Barracas y otro en la sede principal en la ciudad de Monte Grande, en el sudoeste del Gran Buenos Aires.
El desarrollador de software Javier Smaldone me explicó que hasta ese año se enviaban vía fax, reemplazado por un sistema conectado a una red privada virtual del Correo Argentino que remitía los documentos bajo la misma modalidad, pero usando un escáner e Internet.
Este año la metodología a utilizar será distinta:
- Cada escuela se convertirá en un centro de transmisión, que se comunicará de manera directa con los centros de cómputos.
- Para ello, se desplegarán 15.000 kits de captura en los establecimientos educativos.
- Correo Argentino destinará unos 1.800 supervisores y 12.000 operadores en todo el país, quienes enviarán la información.
- El software será provisto por la empresa británica Smartmatic.
- El programa informático, operado por Correo Argentino, escanea el telegrama y lee los datos a través de un código de barra.
- La información de ese código de barra consta del número de página, cantidad de páginas del acta e identificación de la mesa.
- Los datos viajarán de manera cifrada hasta los centro de cómputos donde serán tomados por los «digitadores».
- El software a utilizar correrá en netbooks que se conectarán a una impresora multifunción para escanear los telegramas.
- Los documentos se enviarán a un servidor central usando módems de telefonía celular-
- Los operadores de carga se encargarán de tomar las imágenes y tipear los datos.
Puedes leer más sobre este tema en la nota propia que se publicó en iProUP aquí.