Realizar actividad física sin saber si estamos en condiciones de hacerlo supone un riesgo para nuestra salud, por lo que siempre debemos efectuarnos un control para minimizar riesgos.
Bajo la denominación “control” se incluye el interrogatorio médico-paciente, la elaboración de la historia clínica y el examen físico.
La realización de estudios complementarios queda supeditada a cada caso en particular.
“Identificar alteraciones con premura permite realizar recomendaciones oportunas e incrementar el éxito terapéutico”, explicó Carlos Reguera, médico cardiólogo y jefe del Servicio de Cardiología y Medicina Preventiva del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba).
Si bien desde el Gobierno porteño indicaron que no es obligatorio el uso de barbijo o tapaboca para realizar la actividad física en el contexto de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, quienes prefieran hacerlo, deben considerar ser cautelosos.
“Estos elementos dificultan la entrada de oxígeno a los pulmones y si bien ya hemos observado la aparición de neumotórax espontáneo en algunos pacientes, la relación parece ser más casual que causal. Aunque la recomendación es no usarlos, si optan por llevarlo puesto se recomienda disminuir la intensidad y el tiempo de ejercicio, no exigirse y hacer pausas que ayuden a recuperar el aliento”, dijo Reguera, en un comunicado que me envió el instituto.
Un buen control de salud comienza siempre en la consulta médica. En poco tiempo se puede tener un registro real del estado de salud del paciente y realizar recomendaciones oportunas para retomar la actividad física. La evaluación de nivel inicial es muy beneficiosa y necesaria.
En cuanto a los estudios complementarios básicos, se encuentran el análisis de laboratorio, radiografías, electrocardiograma, ergometría, doppler cardíaco, entre otros.
“Actualmente ya estamos viendo en el consultorio pacientes recuperados de Covid-19 y el objetivo primordial de la consulta es evaluar su capacidad cardiopulmonar luego de haber cursado el virus, ineludible para la práctica segura de ejercicio”, explicó Reguera.
No se debe olvidar el enfoque multidisciplinario del paciente. Si bien una persona puede estar apta desde el punto de vista cardíaco, puede presentar patologías respiratorias asociadas que limiten o desaconsejen ciertos esfuerzos o deportes.
Para quién decida aprovechar el permiso de ejercitarse en esta nueva fase de la cuarentena, se le recomienda tener en cuenta las siguientes pautas:
- Realizar actividad física recreativa de baja a moderada intensidad (evitar la de alta intensidad).
- No abandonar los protocolos de seguridad vigentes por la emergencia sanitaria, como el distanciamiento y la higiene.
- Usar ropa adecuada, sobre todo en días de frío y en horarios nocturnos como los habilitados.
“A lo largo de esta extensa cuarentena, muchos pacientes abandonaron el seguimiento e incluso el tratamiento médico. Ellos deben tener especial cuidado al retomar la actividad física, además de asistir nuevamente al control con su médico de cabecera. Es sumamente importante guiar a los pacientes, calmar sus dudas, angustias o temores”, concluyó el cardiólogo.