(Marcos 4:35)
Tenemos que llegar al otro lado
Ve a través de este mar duro
que ya ha golpeado
la frágil nave de la existencia tanto.
Tenemos que salir del barco
y dejar atrás, como una horrible pesadilla,
todas las preocupaciones, todas las ansiedades,
todos los temores, todo el dolor contenido,
todas las despedidas no deseadas,
tanto confinamiento y tanta soledad.Necesitamos recuperarnos
de los embates de las olas del odio,
de los fuertes vientos de negación,
y de la oscura noche del egoísmo,
que amenazó, una y otra vez,
todo progreso y pequeñas victorias
en la dirección de la salud colectiva.Tenemos que llegar allí, al otro lado,
para que podamos abrazarnos y hacer una hoguera
y llorar de alegría y dar gracias
y bailar y cantar
y reír y celebrar la vida
como un nuevo nacimiento,
sí, como un nuevo nacimiento.Y reconocer, entonces, que,
en medio del cruce tormentoso,
cuando todo estaba a punto de colapsar,
él siempre estuvo allí,
al alcance de una oración,
el maestro sereno y paciente
quien, con el poder de una palabra,
calmaron las olas y las almas,
los vientos y las mentiras,
los miedos y las fiebres,
y nos dio el aire necesario
y suficientes fuerzas
para remar, con esperanza,
al lado del bienestar,
donde la vida nos estaba esperando,
otra vez…
Gerardo Oberman
Fuente: Perfil del autor en Facebook.