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A medida que la gestión tradicional del cambio se ha vuelto obsoleta, los líderes de las empresas buscan nuevas formas de comprender la capacidad de transformación de sus organizaciones.

La consultora Bain & Company anunció el lanzamiento de su Change Power Index, una nueva herramienta para ayudar a las compañías a evaluar sus potenciales e identificar áreas donde conseguir mejoras estratégicas.

Según me informó esta compañía en un comunicado, Change Power mide la capacidad de cambio de una empresa y la compara con otras, lo que permite a los líderes ver las brechas en su negocio y dónde concentrarse para mejorarlas.

Las calificaciones otorgadas por el sistema se vinculan al desempeño comercial: las empresas con puntajes altos son más rentables, aumentan los ingresos más rápido y ofrecen mejores rendimientos para los accionistas que su competencia.

  • El sistema se concentra en los siguientes nueve rasgos y habilidades críticas que determinan la capacidad de cambio de una organización:Propósito: crea un sentido de pertenencia, inspira la acción y guía las decisiones.
  • Dirección: traduce su propósito en un plan.
  • Conexión: aprovecha el lado social del cambio a través de redes de influentes y fans.
  • Capacidad: define los límites del cambio, lo cual permite absorber más cambios.
  • Coreografía: ajusta las prioridades de cambio y las secuencias de movimientos.
  • Escala: difunde la innovación y amplifica el impacto.
  • Desarrollo: desarrolla la capacidad de aprendizaje y cambio.
  • Acción: fomenta una mentalidad positiva y un sesgo por el cambio.
  • Flexibilidad: ayuda a mantenerse al frente del cambio.

Basado en una investigación propia, Bain & Company, una compañía que tiene 61 oficinas en 38 países, identificó cuatro prototipos corporativos más comunes y relevantes:

  • En busca de foco: la fuerza de estas firmas es su energía. Son colmenas de actividad, han tenido mucho éxito y están innovando constantemente. Pero, a veces, todos en estas empresas parecen estar persiguiendo la pelota. Estadísticamente, este grupo muestra debilidad en los rasgos de dirección, propósito y conexión.
  • Atascado y escéptico: estas empresas tienen buenas ideas y un historial de éxito, pero gran parte de su cambio se atasca a nivel local, por lo que suelen ser débiles en escala, acción, y conexión. Las innovaciones parecen estancarse y no se extienden por toda la organización.
  • Alineados pero restringidos: estas empresas comparten fortalezas importantes: sus empleados trabajan bien como una unidad, tienen los brazos cerrados y van en la misma dirección. Estas empresas a menudo no cuentan con las personas que necesitan para desempeñar funciones clave en la gestión de mayores cantidades de cambio y su acumulación de interrupciones.
  • Luchando por mantenerse al día: estos empleados deben trabajar juntos como un equipo para avanzar en medio de un panorama desafiante, por lo que deben planificar cómo trabajarán, apoyándose e incluso sacrificándose unos por otros. Sin embargo, estas empresas luchan por hacer frente porque son débiles en flexibilidad, coreografía y escalabilidad.
César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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