El uso del dinero electrónico avanzó en 2021 a una velocidad elevada en términos reales, ajustado el monto por la inflación, y finalizó el año con un incremento de 33,2%, y relegó al movimiento de pesos billetes en el total de las transacciones, con un total de $1,84 billones de transacciones monetarias, a través de los dispositivos móviles, fijos y uso de las tarjetas de débito bancario.
Según el informe UDE Link de la empresa Red Link (la sigla es por uso del dinero electrónico), esta tasa de crecimiento «demuestra la rápida maduración de la aceptación de las nuevas tecnologías por parte de la población en general».
El dato ratifica que la población aprecia «la seguridad y agilidad de las transacciones sin el uso del efectivo en las operaciones más habituales, como las compras cotidianas y pago de servicios públicos y privados».
También el usuario comprueba «la facilidad de la utilización, primero a través de medios fijos, como la computadora personal, y móviles, como las tabletas; y más recientemente con las novedosas aplicaciones tecnológicas, en particular para la telefonía celular que permitió ampliar su uso no sólo en la comunicación personal, sino como sustituto de lo que era la clásica billetera o monedero», según el análisis del informe, cuyo resumen me envió Red Link.
«Ese fenómeno se observó con notable claridad en diciembre de 2021, cuando el total de transacciones alcanzó el récord de la serie con $1,84 billones: aumentó 22,9% en el mes y 99,4% en comparación con el cierre del año previo; y el total de usuarios se elevó al máximo histórico de 47,7 millones: acusó sendos incrementos de 8% en el mes y 17,8% en un año», resaltó el informe.
Se destacó en diciembre el aumento de las billeteras electrónicas, con 6,66 millones de usuarios y 263,3 millones de transacciones, las cuales registraron incrementos de 15,5% y 29,5% en el mes, respectivamente; y 183,9% y 227,3% en comparación con un año antes, en cada caso.
El informe UDE Link con datos de diciembre de 2021 arrojó las siguientes conclusiones relevantes:
El índice de UDE Link ajustado por estacionalidad y por inflación registró en diciembre una disminución de 3,2% en el monto total de las transacciones, en comparación con noviembre, pero con 222,7 puntos con base en 2017 igual 100 no opacó el crecimiento real de 33,2% en comparación con el cierre del año previo.
El total de usuarios de dinero a través de canales no presenciales aceleró el ritmo de incorporaciones de los meses anteriores, porque registró en diciembre un salto de 3,5 millones, al récord de 47,7 millones.
Esto representó aumentos de 8% en el cotejo con el nivel de noviembre y 17,8% respecto de un año antes -más de 16 veces superior a la tasa de crecimiento de la población económicamente activa- mientras que el total de transacciones también se intensificó, a 19,6% en el mes y 18,4%, al punto de cerrar 2021 con una marca máxima de poco más de 754 millones.
La proporción de poco más de dos usuarios del sistema por cada uno de la población económicamente activa se explica por el uso de un cliente de varios dispositivos para hacer sus transacciones.
Se trata de operaciones el movimiento de dinero -extracciones, transferencias, Debin, carga de transporte y compras con pos y billeteras digitales- como no monetarias -consulta de saldos, de promociones, solicitud o aceptación de préstamos, pedido de tarjetas adicionales; entre las más habituales.
Luego de la baja estacional en noviembre de los movimientos de dinero sin la presencia del asistente bancario a través de los cajeros automáticos, como ocurre desde el inicio de la serie en 2017, en diciembre volvió a repuntar la cantidad de usuarios: 4,9% en el mes, a 15,6 millones de clientes, y se aproximó al nivel máximo de la serie histórica que se anotó en septiembre 2020 cuando sumó 15,82 millones.
Por el contrario, la cantidad de transacciones subieron en diciembre 7,7%, pero en comparación con un año antes experimentó una contracción de 26,5%; y de 5,8% en el promedio de todo el año cotejado con igual período del año previo.
En todo 2021 se registró un incremento del 22,2% en el uso del dinero electrónico en términos reales, en tanto declinó levemente la utilización de los canales digitales, 2,7 por ciento.