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Criptoladrillo es una herramienta que permite ahorrar en tokens y convertirlos en materiales para la construcción y equipamiento para el hogar, a través de una aplicación que está disponible en Google Play y Apple Store.

A través de Criptoladrillo, los usuarios pueden adquirir tokens denominados CLAD, que tienen el mismo valor que los ladrillos físicos. El precio se actualiza conforme cambia el índice de precios del ladrillo físico, y así mantiene el valor de compra al resguardo de la inflación.

Cuando el usuario lo desee puede cambiar sus cantidades de criptoladrillo por ladrillos reales, o por el equivalente en material o producto necesario para construir, remodelar o equipar una casa (arena, pintura, aberturas, sanitarios, etc.).

Estos productos podrán ser canjeados en la red de proveedores adheridos, hoy en las sucursales de las empresas «Construya al costo» e «Imperio del cerámico», a los cuales se sumarán otros puntos de entrega, para generar una comunidad de proveedores en todo el país.

Esta empresa inicial argentina utiliza la cadena de bloques («blockchain»), la tecnología de base de los criptoactivos. “Nuestro propósito es poner esa herramienta tan valiosa al alcance de cualquier persona y con Criptoladrillo logramos un caso de uso real y concreto”, explicó Juan Pablo Derito, director general ejecutivo de Criptoladrillo, en una conferencia de prensa en la que participé.

Gracias a la blockchain, se creó un producto con un registro contable público, una aplicación auditable por los propios usuarios, ya que todas las transacciones se encuentran en las cadenas de bloques. Esto brinda trazabilidad a cada ladrillo digital desde su emisión hasta el canje.

Criptoladrillo ejecutivos

De izquierda a derecha: Gabriela Linares, Ignacio Althabe, Leonel Paletta, María Migoya y Juan Pablo Derito, directivos y socios de Criptoladrillo.

Criptoladrillo para impulsar la construcción

A través de este medio alternativo de ahorro y con la compra anticipada, se impulsará la reactivación de varios sectores de la industria de la construcción. Al ser todos los movimientos bancarizados, cada canje de criptoladrillo se encontrará respaldado por su correspondiente factura.

La suscripción de contratos de acopio en los que se exige el cumplimiento de condiciones crediticias, auditorias periódicas de valor de stock en las explotaciones comerciales del proveedor y la obligación de suscribir pólizas de seguro de caución, son algunas de las garantías que Criptoladrillo ofrece como resguardo de los tokens emitidos y materiales acopiados.

Criptoladrillo nació en abril de 2021 en respuesta a dos problemas: el acceso a la vivienda y la inflación. Es una iniciativa de Dtecdeal, una empresa dedicada a crear herramientas tecnológicas para equiparar oportunidades en todos los sectores sociales, compuesta por abogados, contadores y programadores.

Según dijo Derito en la conferencia de prensa, la compra de una casa en la Argentina «es muy difícil. Los salarios están muy afectados por la inflación: con un sueldo de $100.000, el ahorro es de 100 dólares por mes. Con Criptoladrillo creamos una herramienta para equiparar escalas sociales y solucionar un problema concreto: no poder acceder a una casa propia».

Con una inversión estimada de entre 120 y 130 mil dólares, Criptoladrillo inicia su operación en las ciudades bonaerenses de La Plata, Guernica y Cañuelas, con planes de extenderse a toda la provincia de Buenos Aires.

Derito dijo que «el valor del criptoladrillo se encuentra determinado por la variación del precio del ladrillo, que en ocasiones resulta mayor a la del dólar, es decir que es más rentable ahorrar en ladrillos que en dólares».

El CEO de Criptoladrillo explicó que una persona desea construir una vivienda con los medios tradicionales, debe obtener un crédito, tener una determinada cantidad de dinero, ir al corralón, comprar los materiales y empezar el trabajo de edificación de su hogar.

Criptoladrillo da la posibilidad de un acopio virtual: los corralones acopian por más de tres o seis meses y esta aplicación permite la compra en cuotas.

Una vez que el usuario de la aplicación tiene la cantidad de criptoladrillos suficientes puede cambiarlos ya sea por ladrillos, materiales de construcción, muebles, artículos del hogar o cualquier artefacto vinculado a las casas.

Una vez que quieren cambiarlos se dirigen al corralón o centro de distribución más cercano que está dentro de la aplicación. Van con los criptoladrillos y un QR que permite pagar ahí mismo.

Criptoladrillo Juan Pablo Derito

Juan Pablo Derito.

Criptoladrillo cobra una comisión al usuario del 2% y después, cuando se hacen los contratos de acopio con el proveedor, se cobra otra comisión. El usuario debe depositar los fondos en la aplicación desde una cuenta bancaria a su nombre.


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César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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