Las tecnologías de la información (TI) son un acelerador para el desarrollo de las organizaciones. Según un informe de la consultora IDC, las TI se consolidarán como motor del desarrollo económico en América latina, con un crecimiento de las inversiones en el segmento empresarial del 9,4% este año en relación con el 2022.
En este contexto, ¿qué necesitan las empresas de cara al 2023 para impulsar este crecimiento? Mónica Casas, líder regional de ventas comerciales para el sur de Sudamérica en AMD, uno de los principales fabricantes mundiales de procesadores, analizó en una entrevista que le realicé esas necesidades tecnológicas de las organizaciones en la región.
«Uno de los principales desafíos tiene que ver con la inversión. Si bien muchas empresas, impulsadas por las necesidades de la pandemia, renovaron su flota de equipos corporativos entre el 2020 y 2021, el cambio de paradigma laboral hacia una modalidad híbrida puso en el centro la inversión y uso de tecnología para responder a las necesidades que trae consigo este fenómeno», apuntó.
«Y ese es el segundo desafío que tienen estas compañías: comprender cómo se comporta la fuerza laboral moderna. Estamos hablando de una generación de trabajadores indudablemente móviles, que precisan soluciones que les permitan llevar todo el poder y la productividad consigo, sin importar dónde se encuentre el talento. La globalización y la movilidad se unen para empoderar a los colaboradores», agregó.
«En este nuevo mundo de movilidad y flexibilidad, también pueden aparecer nuevas vulnerabilidades, y en un contexto en el que los ataques cibernéticos son cada vez más sofisticados, la tecnología debe responder con innovación y robustez, sin dejar de lado la experiencia de usuario», describió Casas.
En este sentido, señaló que «pensar una estrategia integral que complemente hardware y software para generar un perímetro digital seguro es crucial. Por último, el reto también está en poder entregar todo lo anterior, sin descuidar la responsabilidad corporativa y el impacto en el medio ambiente».
Para Casas, «el hardware cumple un rol clave para desbloquear el potencial innovador de estas industrias, y poder aprovechar al máximo este cómputo de alto rendimiento, mientras optimiza la productividad y entrega una excelente experiencia de uso».
Todo esto «sin descuidar la eficiencia energética, un factor clave para el desarrollo de todos los sectores. En AMD, por ejemplo, establecimos en 2014 un objetivo audaz para ofrecer al menos 25 veces más eficiencia energética para el año 2020 en nuestros procesadores móviles que combinan potentes núcleos gráficos y de cómputo en un solo chip», ejemplificó.
Para la líder de AMD, «de cara a este nuevo año que comienza, las empresas argentinas y de la región, continuarán enfrentándose a los desafíos que vemos hoy en día:
- Inversiones
- Fuerza de trabajo móvil.
- Seguridad.
- Productividad.
- Eficiencia energética.
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