Skip to main content

El siguiente texto de Natalia Zuazo responde a la encuesta ¿Quo vadis periodismo? Más información acerca de la encuesta aquí.

-En este tiempo, cuando crece la preocupación por la sostenibilidad de los medios, una inflación alta y una restricción severa en los gastos de los hogares; donde aumentan los costos operativos de los medios (en especial en la prensa gráfica), y hay un menor interés de los anunciantes y se estancan las suscripciones, ¿hacia dónde va el periodismo?

-Creo que se sigue comunicando, de maneras diversas, que a veces a quienes fuimos periodistas con una idea más estructurada del periodismo nos hacen algo de ruido.

Usé el verbo “comunicando” a propósito, porque existen personas que se siguen juntando para contar cosas a otras personas: desde una página web, un canal de YouTube, un medio en Instagram, con historias en vivo, su TikTok, su Twitch, la radio, el periódico impreso. A veces, pensamos que sólo lo que se hace en los “medios tradicionales” (tv, medios impresos y su versión online, radio) es periodismo, pero en algunos casos lo es y en otros no. En verdad, creo que es al revés: que al periodismo hoy al que buscarlo con lupa, sea donde sea.

¿A qué me refiero con periodismo? A una persona que haya pensado un tema (cualquier tema), con una cierta hipótesis o idea, haya reunido información, contexto, y con muchísima suerte haya ido a hablar (o llamado o preguntado WhatsApp) a un par de personas más (idealmente diversas) qué opinan sobre eso, qué tienen para decir. De eso, la idea es que salga algo nuevo, algo que no conocíamos, algo que nos ilumine, que nos haga conocer lo desconocido, entender algo complejo. Si además se agrega una forma de contar original, voces, creatividad, es un placer. Es mi idea.

Para hacer eso, obvio, se necesitan recursos. ¿Tantos más que para hablar de nada durante media hora o para opinar usando el formato del periodismo en vano? Un poco. Pero sobre todo, lo que se necesita, es voluntad, compromiso con las cosas, un cierto amor por contar historias, otro cierto amor por contar algo nuevo. No soy experta en el negocio del periodismo, pero como estoy en el tema, creo que todo lo otro que rodea a la sostenibilidad no debería terminar descartando estas cosas, que son las que siempre harán que alguien se interese por una historia, y en última instancia la lea, la escuche, la vaya a buscar. Es decir, pague por ella.

-Frente al doble reto que implica la desconexión y la evasión de noticias, ¿hacia dónde va el periodismo?

-Yo creo que es al contrario: estamos sumamente mediatizados. En una mediatización profunda, como nunca antes en nuestra vida (como dicen en El entorno digital Eugenia Mitchelstein y Pablo Boczkowski). Agregaría, entonces, que la noticia o la historia tiene que ser suficientemente significativa para encontrarte a vos, que estás sumergido en esa mediatización, y resultarte atractiva. Si lo hace por los medios más honestos posibles (no a través del clickbait o similares artificios) más duradera y honesta va a ser tu relación con esa fuente de información.

-Mientras la inteligencia artificial facilita la creación y difusión de «deepfakes», pornografía falsa y otras alteraciones, ¿hacia dónde va el periodismo?

-Creo que debería hablar de cómo se construyen esos fenómenos como los deepfakes o las alteraciones de “lo real”, del por qué, del para qué se usan, de cómo son difundidos y replicados no sólo por medios digitales sino también otros. Pero ir más allá de eso, pensar en los sentidos humanos, filosóficos de eso, uniendo lo que pasa hoy con lo que pasó antes en la historia. A veces veo la misma “noticia de tecnología” repetida mil veces y me pregunto por qué sucede eso (más allá de la pereza, la falta de tiempo, la no inversión), si es que tenemos tantas cosas de las que hablar, escribir, pensar.

-Ante una situación de precarización laboral, que, por ejemplo, en el caso de la Argentina se refleja en salarios de los periodistas por debajo de la línea de pobreza para una familia tipo, ¿hacia dónde va el periodismo?

-A sindicalizarse. Es la manera de que la fuerza colectiva gane a la especulación privada y las excusas por no poder o no querer pagar más. Las tecnologías pueden ayudarnos, darnos más tiempo al quitarnos tareas rutinarias, acercarnos a fuentes que antes no teníamos. Pero después qué hacemos con ese tiempo que queda (o no) y cómo se paga ese tiempo de trabajo depende de la lucha colectiva de las personas, como siempre sucedió en la historia.

Natalia Zuazo

Natalia Zuazo

Natalia Zuazo

Consultora en política y tecnología. Directora de Salto Agencia. Autora de Guerras de internet y Los dueños de internet. Twitter: @nataliazuazo Web: nataliazuazo.com

Puedes leer las respuestas del resto de los encuestados aquí.


Si te gustó o sirvió algo que publiqué, te ofrezco dos alternativas para agradecer y permitir la continuidad de mi trabajo en Bahía César, haciendo clic sobre ellas:


Introduce tu correo electrónico para suscribirte a Bahía César y recibir avisos de nuevas notas.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: